¿De qué se enferma la sangre?
La sangre es un órgano líquido, complejo, sin el cual la vida es imposible. La fábrica de las células de la sangre es la médula ósea, órgano que se encuentra en el interior de los huesos.
Todo sobre la sangre
En el adulto, la producción de sangre se mantiene en el esqueleto axial, proximidad de huesos largos y pelvis. La estructura ósea aporta un medioambiente óptimo para el desarrollo de la sangre. Luego de este proceso, en la sangre periférica, encontramos células funcionales y maduras.
La sangre está conformada por un componente celular (glóbulos rojos, diferentes variedades de glóbulos blancos y plaquetas) y un componente líquido, conformado por el plasma, en el cual se encuentran proteínas de transporte, defensa y factores que permitirán la coagulación, entre otras.
La función de la sangre es:
1- Oxigenación: A través de los glóbulos rojos
2- Defensa: Mediante de los leucocitos (frente a noxas externas y enfermedades generadas en nuestro cuerpo; ejemplo tumores)
3- Hemostasia y reparación de tejidos a través del sistema de coagulación (intervienen las plaquetas y el sistema de coagulación)
4- Transporte de nutrientes y eliminación de productos de desecho
5- Comunicación entre las células de nuestro cuerpo: A través de mediadores celulares (citoquinas, hormonas, neurotransmisores)
Principales enfermedades de la sangre
La mayoría de las cosas que ocurren en nuestro cuerpo, tanto fisiológicas como patológicas, tienen representación en nuestra sangre. El Hematólogo primero evaluará que los cambios en la sangre no se deban a situaciones de otros órganos, que tengan representación en la sangre, para luego estudiar en sí misma, la presencia de patología en las células de la sangre.
Las enfermedades de la sangre pueden surgir de problemas en la función de sus componentes, en su falta o en exceso. Por ejemplo, la falta de glóbulos rojos, cualquiera sea su causa (carencia de nutrientes, problemas en su producción), generará Anemia.
La Anemia dificulta la oxigenación del cuerpo, con lo cual, los síntomas dependerán de la magnitud de ese defecto (desde una fatiga leve frente a esfuerzos, a falta de aire en reposo).
La Poliglobulia es el exceso de glóbulos rojos y puede ser una respuesta a bajos niveles de oxígeno en nuestra sangre (adaptación a la altura, fumadores) o un defecto en el funcionamiento de la médula con producción excesiva de glóbulos rojos.
La enfermedad de Púrpura es cuando las plaquetas son disfuncionantes o bajas, el sistema que se ve afectado es el de la coagulación y pueden presentarse hematomas o sangrados.
Respecto de los glóbulos blancos, la situación es más compleja, ya que existen diferentes variedades de los mismos. Los cuadros infecciosos pueden generar tanto disminución (leucopenias) como aumento de los glóbulos blancos (leucocitosis). Del mismo modo, enfermedades de médula ósea pueden generar disminución de los mismos, favoreciendo las infecciones, como exceso, expresiones leucémicas (Ej. Leucemia mieloide crónica, leucemias agudas). Existe una variedad de glóbulos blancos que se llaman linfocitos. Éstos terminan su maduración en los llamados órganos linfoides secundarios (timo, bazo, ganglios). Estos órganos pueden aumentar su tamaño como reacción frente a infecciones y expresión de la función normal de nuestro sistema de defensa o bien, pueden aumentar de tamaño cuando estas células se enferman. Conformando Linfomas o Leucemias Linfoides (agudas o crónicas).
La coagulación es otro capítulo de la sangre. Existe un delicado equilibro entre fluidez y coagulación de la sangre que nos permite vivir. El exceso en la activación de la coagulación genera Trombosis y su defecto, favorece los sangrados.
Asimismo, existen patologías heredadas o adquiridas que favorecen la coagulación (trombofilias) o defectos heredados o adquiridos en su función (que pueden presentarse con sangrados o Síndromes Purpúricos).