Demencia: tipos, síntomas, causas y tratamiento

Demencia: tipos, síntomas, causas y tratamiento

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 07/06/2019

La demencia es un término general que engloba un grupo de enfermedades neurológicas que afectan al cerebro y que provocan el deterioro de dos o más áreas de las funciones cognitivas superiores.

Su prevalencia se estima entre el 13’5 y 15 % de la población mayor de 65 años. Este porcentaje se incrementa al 30-33% en mayores de 85 años y salta hasta el 50 -55 % en mayores de 90 años. Es la causa más frecuente de deterioro mental en la vejez.

Sobre la demencia hay definiciones varias y variadas. Una definición aceptable puede ser la de los Profesores Lishman y Ron: “deterioro global y adquirido de las funciones intelectuales, memoria y personalidad, que interfiere en el funcionamiento social y laboral del individuo y en el que se mantiene normal el nivel de conciencia.”

 

Tipos de demencia

La enfermedad de Alzheimer es la demencia más frecuente (40 -50%), seguida de la demencia vascular (15 al 20%), corpúsculos de Lewy (10 -15%) y el resto (enfermedad de Parkinson, corea de Huntington, afasia progresiva, etc) conforman el 10 o 15% restante.

En ocasiones es difícil distinguir una de las otras, sobre todo en estadios medios y avanzados. En más del 30% de los casos se imbrican unas con otras, conformando lo que se conoce como demencia mixta o multimodal.

 

Síntomas

Los síntomas esenciales son:

1. Deterioro de la memoria que, generalmente, es el síntoma predominante.

2. Deterioro del pensamiento abstracto y del razonamiento lógico (incapacidad para encontrar y diferencias entre palabras relacionadas entre sí, dificultad en la definición de palabras y conceptos).

3. Deterioro de la capacidad de juicio (incapacidad de tomar medidas razonables en cuanto a cuestiones y problemas relacionados con el trabajo, contactos sociales o familiares. También se afecta la capacidad de control de impulsos).

4. Trastorno de las funciones corticales superiores: afasia (pérdida de capacidad para producir y comprender el lenguaje), agnosia (incapacidad para reconocer estímulos previamente aprendidos) y apraxia (disociación entre desear realizar un movimiento y la ejecución motora).

5. Cambios en la personalidad: retraimiento, apatía, ideas delirantes de robo, celotipia (celos incontrolados), conducta desinhibida, etc

6. Normalmente no hay trastorno del nivel de conciencia.

 

Causas

Las demencias se dividen clásicamente en primarias y secundarias:

1. Las primarias que son aquellas cuya causa está en el cerebro (enfermedad de Alzheimer, Demencia frontal, Demencia frontotemporal, etc.)

2. Las secundarias o pseudo demencias son aquellas que están causadas por déficit hormonales (hipotiroidismo), exceso de hormonas (hipertiroidismo o hiperparatiroidismo) o trastornos psiquiátricos reversibles como la depresión, tóxicos (intoxicación por metales, encefalopatía renal o hepática)

También pueden dividirse en seniles/preseniles dependiendo de la edad de comienzo, corticales/subcorticales dependiendo de qué zona del cerebro esté más afectada, reversibles/no reversibles dependiendo de si la entidad que las causa y el daño subyacente tienen curación o no.

Algunos factores se han relacionado con un aumento del riesgo de desarrollar una demencia. La edad es el factor de riesgo más importante. El segundo factor en importancia es poseer un familiar de primer grado que la padece (riesgo 3’5 veces mayor de padecerla).

El único gen claramente implicado en la Enfermedad de Alzheimer es el alelo E4 que codifica el gen de la APOE .Se encuentra en el 10 a 15 % de la población europea pero en un 45-50% de los enfermos de Alzheimer.

Los traumatismos craneales, la inactividad física, el consumo de tóxicos, un nivel cultural bajo y una personalidad con dificultad para la adaptación son otros factores estudiados que pueden facilitar el desarrollo de demencia.

Los factores que se cree que pueden disminuir el riesgo de padecer demencia son: un consumo bajo/ moderado de alcohol, la dieta mediterránea, los antioxidantes (vitamina E, vitamina C) y los ácidos grasos insaturados. Practicar ejercicio de forma regular y ejercitar la mente también son actividades que disminuyen el riesgo a padecer demencia.

 

Tratamiento

A día de hoy no hay tratamiento efectivo contra la demencia. Dos grupos de fármacos se utilizan de forma rutinaria y casi como tratamiento compasivo:

1. IACE (inhibidores de la acetilcolinesterasa/ actúan en la vía de la acetil colina). Se usan en fases iniciales e intermedias de la enfermedad.

2. NMDA (antagonistas no competitivos del receptor de la N metil D aspartato/vía glutaminèrgica). Se usa en fases más avanzadas de la enfermedad.

Pueden utilizarse de forma conjunta en aquellos casos de pacientes jóvenes, en los que el IACE no ha hecho efecto, además de otros fármacos que se utilizan para mitigar el efecto de los síntomas conductuales y psicológicos de las demencias. Los principales son:

1. Benzodiacepinas (sobre todo para la ansiedad y el insomnio)

2. IRS (antidepresivos del tipo inhibidores de la recaptación de serotonina; se utilizan en caso de ansiedad, agitación o apatía).

3. Fármacos antipsicóticos (se utilizan a dosis bajas en el caso de síntomas conductuales, ideaciones delirantes, ilusiones auditivas etc, aunque no se ha demostrado que aumenten la calidad de vida del paciente ni disminuyan la mortalidad)

En el caso de la terapia no farmacológica, el primer lugar lo ocupa la psicoestimulación: orientación a la realidad, estimulación cognitiva, entrenamiento cognitivo, entrenamiento ABVD, terapia de reminiscencia, musicoterapia, ejercicio aeróbico, estimulación combinada global.

Otro apartado interesante son las terapias dedicadas al bienestar del cuidador: educación, asesoramiento, programas de apoyo, cuidados de respiro, gestión de casos y terapia de apoyo familiar.

En el caso de la demencia es muy importante estar asesorados por un experto para enfocar la enfermedad de manera holística (bio-psico-social): hacer un diagnóstico acertado, clasificar la fase y elaborar un plan terapéutico (normalmente multidisciplinar) para el paciente y su familia/cuidadores, adaptado a cada etapa de la enfermedad.

El plan terapéutico también deberá tener en cuenta la capacidad cognitiva, dependencia funcional, los trastornos conductuales y la toma de decisiones, como no renovar el carné de conducir, incapacitación judicial, tutela legal, voluntades anticipadas, limitación del esfuerzo terapéutico, etc.

Geriatría