Di adiós a la grasa localizada con el laserlipolisis
Cada día más personas desean librarse de la grasa localizada de cara y cuerpo, resistente a cualquier dieta. No en vano, la liposucción es uno de los procedimientos de cirugía estética más frecuentes hoy en día.
El uso de nuevas tecnologías médicas, como el láser en los quirófanos, ha redefinido la técnica tradicional de la lipoplastia, dando lugar a un nuevo procedimiento menos invasivo, mejor tolerado y con excelentes resultados, como la liposucción asistida por láser o laserlipolisis.
Este procedimiento está indicado para la eliminación de la grasa localizada en pequeñas zonas de la cara y el cuerpo, como el doble mentón, los brazos o la cara interna de la rodilla, difíciles de tratar con la liposucción tradicional. El láser lipólisis define la figura, redefine el contorno corporal, corrige irregularidades y asimetrías y consigue un efecto de tensado imposible de obtener con la cirugía convencional.
¿Cómo actúa el laserlipolisis?
Mediante una pequeña incisión en la piel, se introduce una fina cánula que contiene una fibra óptica de micras de diámetro que entrega energía láser de manera precisa y directa en el tejido, llegando hasta la célula adiposa. El médico identifica el área de tratamiento mediante una luz guía láser que se puede ver ser a través de la piel.
Actúa por efecto térmico, rompiendo las membranas de la célula grasa y licuando su contenido. La grasa semilíquida se puede extraer con facilidad o se metaboliza y se elimina de forma natural por el organismo, en el caso de cantidades pequeñas. El calor generado por la energía láser también coagula los vasos sanguíneos, reestructura el colágeno, mejora la elasticidad de la piel y favorece la contracción tisular de las áreas tratadas. Al tratarse de una técnica mínimamente invasiva, los resultados estéticos son excelentes y el posoperatorio, mínimo.
¿Cuáles son sus ventajas?
- Tratamiento mínimamente invasivo.
- Ideal para tratar el tejido adiposo localizado en cara y áreas corporales.
- Una solución para el tratamiento de irregularidades del tejido.
- Requiere anestesia local y tumescente.
- Mínimo edema y sangrado.
- Menos trauma para los tejidos.
- Postoperatorio corto y con menos dolor.
- Mejor tensado de la piel.
- Sin ingreso hospitalario.