Diabetes y enfermedad arterial
Uno de los factores que desarrollan rápidamente enfermedades arteriales es la diabetes. Debido a un aumento crónico de la glucosa en la sangre, la pared de las arterias se degeneran de forma muy rápida y provocan complicaciones circulatorias por falta de riego sanguíneo en los órganos.
Síntomas de la diabetes mellitus
En las fases iniciales no se aprecian los síntomas, aunque se puede sospechar si hay sed, cansancio, orinar muy frecuente y pérdida de peso sin justificación. También puede haber crisis de mareo, visión borrosa y sudoración, así que si existen antecedentes familiares hay que tener la precaución de realizar unos análisis de sangre para valorarla.
Complicaciones más frecuentes
Muchas de ellas están relacionadas con la disminución del flujo sanguíneo por lesión u obstrucción de las arterias. En un inicio, es más frecuente en las arterias de pequeño calibre y pueden provocar retinopatía con posible pérdida de visión, degeneración de los riñones con posible fallo renal y enfermedades cardiovasculares en corazón, cerebro y miembros inferiores.
En casos avanzados y mal controlados, puede existir lesión de los cordones nerviosos de las piernas y pies, facilidad para infecciones, alteraciones en los dientes y degeneración cutánea con úlceras en pies y piernas, así como lesiones degenerativas de los huesos de los pies.
El desarrollo de la diabetes en el adulto
La probabilidad de desarrollar la diabetes aumenta con la edad. Debajo de los 60 años, es menor de un 10% y entre los 60 y 80 años existe una probabilidad de entre un 15 y un 20%. Además, resulta más frecuente en los varones de menor edad y en las mujeres mayores de 70 años.
A parte de la edad, existe una alta correlación con la herencia genética, el exceso de peso y, de manera menos relevante, la diabetes también tiene correlación con la falta de movilidad, la alimentación y la toma de ciertos medicamentos de forma crónica.