Diagnosticar a tiempo la insuficiencia cardíaca

Diagnosticar a tiempo la insuficiencia cardíaca

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 29/04/2019

La insuficiencia cardíaca se produce como consecuencia de que el corazón no bombea suficiente sangre para abastecer a todo el organismo. Según el tipo de insuficiencia cardíaca y su origen, los síntomas de la patología serán distintos. De ahí la importancia de diagnosticar correctamente de qué tipo se trata para administrar un tratamiento adecuado.

insuficiencia cardiaca

Insuficiencia cardíaca: qué es

La insuficiencia cardíaca es el resultado del desequilibrio entre la capacidad de bombear sangre por parte del corazón y las necesidades del organismo de abastecerse de ella.

En consecuencia, la insuficiencia cardíaca se produce fundamentalmente en dos situaciones:

  • Cuando el músculo cardiaco tiene un bombeo insuficiente, a raíz de una enfermedad propia del corazón: afectación valvular, arritmia, miocardiopatía, (que puede ser de varios orígenes) y enfermedad coronaria, fundamentalmente.
  • La segunda situación obedece a circunstancias en las que la demanda de sangre por el organismo resulta elevada incluso para un corazón sano. Entre estas circunstancias cabe señalar: infecciones, anemia y enfermedades del tiroides, principalmente.

En la actualidad la insuficiencia cardíaca es un síndrome que azota a buena parte de la población, especialmente al segmento de la tercera edad. Esto es debido, por una parte, al envejecimiento de la población en el mundo desarrollado que, a su vez, está más expuesta al riesgo y, por otra parte, a la elevada prevalencia de factores de riesgo en la sociedad actual, tales como: hipertensión arterial, diabetes, sedentarismo, obesidad, alcohol o tabaquismo, entre otros.

 

Tipos de insuficiencia cardíaca

Este bombeo insuficiente del corazón puede proceder del ventrículo derecho (insuficiencia cardíaca derecha), del ventrículo izquierdo (insuficiencia cardíaca izquierda) o bien de ambos (insuficiencia cardíaca biventricular), según sea la causa de la insuficiencia cardíaca. Ello originará síntomas diferentes en cada caso.

Existe también un segundo tipo de insuficiencia cardíaca, cuando el músculo cardiaco se vuelve rígido, con dificultad para relajarse y llenarse adecuadamente, es la llamada insuficiencia cardíaca diastólica (de llenado) a diferencia de la anteriormente referida, insuficiencia cardíaca sistólica (de bombeo o expulsión).

Por otra parte, la insuficiencia cardíaca puede presentarse, según la causa que la desencadene, de dos maneras, aguda y crónica.

 

Síntomas de la insuficiencia cardíaca

Los síntomas de la insuficiencia cardíaca dependerán de si se trata de una insuficiencia cardíaca derecha o de una insuficiencia cardíaca izquierda, pero, con el tiempo los pacientes con insuficiencia cardíaca izquierda pueden desarrollar también una insuficiencia cardíaca derecha, estando entonces en una situación de insuficiencia cardíaca biventricular.

El síntoma principal de la insuficiencia cardíaca izquierda es la disnea o dificultad para respirar. Esto se debe al encharcamiento de líquido en los pulmones. En una fase inicial esta dificultad para respirar se presentará al hacer esfuerzos importantes y, si la enfermedad va progresando, cada vez irá apareciendo frente a menores esfuerzos o incluso en reposo. También puede ocasionar la necesidad de dormir incorporado con más de una almohada o despertarse súbitamente con sensación de ahogo o aparición de tos. Otros síntomas de la insuficiencia cardíaca son debidos al bombeo insuficiente y, en consecuencia, a la menor llegada de sangre al resto de órganos y aparatos del organismo, originando cansancio, astenia, afectación renal, con menor producción de orina, hepática, digestiva, cerebral, etc.

En la insuficiencia cardíaca derecha los síntomas principales son debidos a un cúmulo de líquido en el sistema venoso, al ser dificultoso su vaciado en el corazón derecho, lo que comporta:

  • Hinchazón (edema) en los pies y tobillo
  • Hinchazón en las venas del cuello (ingurgitación yugular)
  • Aumento de tamaño del hígado (hepatomegalia)
  • Retención de líquido en la cavidad peritoneal (ascitis), en casos avanzados
  • Hinchazón abdominal

Otros síntomas son mayor diuresis durante la noche, pulso rápido e irregular y, muchas veces, aumento injustificado de peso, que correspondería al líquido retenido.

 

Cómo se diagnostica la insuficiencia cardíaca

El diagnóstico de la insuficiencia cardíaca se basa, fundamentalmente, en realizar un exhaustivo interrogatorio al paciente, averiguando si presenta los síntomas anteriormente descritos, así como descubrir los factores de riesgo antes referidos. Asimismo, también es necesaria una exploración física en busca de los signos clínicos ya mencionados. Con esto sería suficiente, en principio, para tener un diagnóstico de insuficiencia cardíaca. Sin embargo, en Cardiología disponemos de pruebas complementarias que nos ayudarán a confirmar el diagnóstico, averiguar la causa y valorar la gravedad de la misma.

Entre estas exploraciones complementarias, disponemos de unas pruebas sencillas que se realizarán inicialmente, tales como un electrocardiograma, una radiografía de tórax y una analítica. Hoy en día resulta imprescindible disponer de un Ecocardiograma Doppler, una técnica incruenta y sencilla, que nos dará información sobre el estado de las válvulas cardíacas, el tamaño de las cavidades, el grosor de sus paredes o la función de bomba del corazón.

Otras técnicas diagnósticas posibles son:

  • la prueba de esfuerzo, para tener información sobre el deterioro de la capacidad funcional
  • el Holter, para conocer la presencia de trastornos del ritmo cardiaco
  • el cateterismo cardiaco, que nos permitirá conocer el estado de las arterias coronarias, el funcionamiento de las válvulas y efectuar mediciones de presión dentro del corazón
  • la resonancia magnética cardíaca, con un papel cada vez más importante hoy en día.

 

Pronóstico de la insuficiencia cardíaca

El pronóstico de la insuficiencia cardíaca depende, fundamentalmente, de la causa que la origina, si ésta tiene un tratamiento adecuado y óptimo y del momento en que se diagnostica. Si transcurre excesivo tiempo entre la aparición de los primeros síntomas, el establecimiento de la causa y el inicio del tratamiento, el pronóstico empeora considerablemente.

El pronóstico guarda también relación directa con el estado de salud general del paciente, especialmente por la existencia de otras enfermedades concomitantes. Un factor pronóstico muy importante es el seguimiento escrupuloso de la medicación y de las medidas higiénico-dietéticas que el médico aconseje, así como el control de los factores de riesgo que pueden agravar el estado del paciente. En este sentido resulta de vital importancia el apoyo que el paciente reciba de su entorno, especialmente el familiar.

 

Tratamientos para la insuficiencia cardíaca

Existen múltiples tratamientos que vendrán dados en función de la causa que originó la insuficiencia cardíaca.

Sin embargo, hay que referirse, en primer lugar, a aquellas medidas de tipo general e higiénico-dietético que todo paciente debe tener presente, tales como: controlar el peso, realizar una dieta pobre en sal, ajustar la ingesta de líquidos a la necesidad del paciente, realizar ejercicio físico (siguiendo las recomendaciones del cardiólogo), descansar lo suficiente, controlar el consumo de alcohol o eliminarlo (si así se aconseja), abandono del hábito tabáquico, reducción de los niveles de colesterol y otras grasas, control de otras enfermedades concomitantes como la diabetes e hipertensión arterial, entre otras medidas.

El arsenal terapéutico del que disponemos actualmente es múltiple, debiendo individualizarlo según cada caso. Así, tenemos digoxina, diuréticos, vasodilatadores, beta-bloqueantes, inhibidores de la aldosterona, agentes inotropos, etc.

Por otra parte, según la causa responsable de la insuficiencia cardíaca, el paciente puede requerir algún tipo de intervención quirúrgica como recambio o reconstrucción valvular, bypass coronario, corrección de defectos congénitos… o incluso, en casos determinados, un trasplante de corazón.

Hoy en día cada vez más pacientes pueden beneficiarse de tratamientos percutáneos que puedan resolver la causa de la insuficiencia cardíaca, como la angioplastia coronaria e implantación de stents o valvuloplastias. Asimismo, existen otros procedimientos, tales como la implantación de marcapasos, dispositivos para la resincronización ventricular y desfibriladores implantables.

Como conclusión, subrayar dos aspectos:

  • la importancia de instruir e involucrar al paciente y a su entorno en el conocimiento de la insuficiencia cardíaca, signos y síntomas de alarma, necesidad de hábitos de vida cardio-saludables, así como realizar bien el tratamiento prescrito.
  • insistir en la necesidad de luchar contra los factores de riesgo cardiovascular que pueden incrementar en la población la incidencia de insuficiencia cardíaca.
Cardiología