Eccema y dermatitis atópica, tipos y tratamiento
El eccema o eczema se caracteriza por la aparición en la piel de una rojez con pequeñas burbujas, llamadas vesículas, que presentan un fuerte picor. Esta lesión puede permanecer días, incluso semanas, en la piel.
Al picar, las personas tienden a rascarse y a romper las vesículas. Estas pequeñas burbujas desprenden un líquido que hace que la piel tome un aspecto más grueso y seco, y que se pueda llegar a rajar.
El eccema puede salir en cualquier parte del cuerpo pero cuando las lesiones se presentan en las manos y se vuelven crónicas, invalidan mucho la vida de los pacientes.
Hay dos tipos de eccema. El eccema agudo cuando la piel presenta eritema y vesículas y el eccema crónico cuando la piel se vuelve más gruesa y escama.
¿Qué causa el eccema?
Eccema por irritación de la piel o por contacto irritativo. El eccema que surge en la piel por tocar sustancias que la desgastan, resecan o irritan. Lo puede sufrir cualquier persona siempre y cuando la piel toque los irritantes en dosis suficiente. Un caso muy común es el de las manos de las personas que usan mucho agua y jabón que tocan disolventes, tierra, papel, cartón,... Estas sustancias desgastan mucho la mano y hacen que pierda sus grasas naturales. El frio o el viento también pueden irritar la piel por un mecanismo de irritación o desgaste. La piel responde haciendo el eccema.
Eccema por contacto alérgico. El desencadenante de este eccema es una sustancia química frente a la cual el individuo, después de usarla muchas veces, desarrolla una inmunidad. Este eccema sólo lo desarrollan algunas personas y contra algunas sustancias químicas que son capaces de crear memoria. No aparece el primer día que la tocan, es necesario que la toquen muchas veces para dejar de tolerarlas. Por ejemplo: el albañil que trabaja con el cemento y que se vuelve intolerante o genera una respuesta inmunología al cromo que hay en este material. Si este sujeto vuelve a tocar el cromo, que también se usa para fabricar los zapatos de cuero, esa sustancia le provocará una nueva reacción en su piel. Otros ejemplos muy comunes son el níquel de la bisutería, el tinte negro del pelo, algunas fragancias o conservantes que hay en cremas o perfumes.
Es importante que ante la presencia de un eccema en la piel, el paciente acuda a un especialista en Dermatología. Este debe valorar el tipo de eccema para descartar o detectar si hay una sustancia química que la persona ha dejado de tolerar. Para ello, el dermatólogo realiza las pruebas del parche o las pruebas epicutáneas. Aplica unas sustancias en la piel del paciente y se hace un rastreo en base la historia clínica de la persona y la enfermedad para poder saber si ha dejado de tolerar una sustancia. Esta prueba es esencial para prevenir la aparición del eccema ya que si se vuelve a tocar aquello que hace daño la lesión volverá a salir.
Eccema por dermatitis atópica. Este eccema lo sufre un 10% de los niños y es hereditario. El niño que lo padece nace en un familia donde hay personas que sufren enfermedades de constitución atópica, como asma alérgico, rinitis o dermatitis atópica. Para ser atópico se deben cumplir dos criterios de antecedentes en la familia, la piel seca no es sinónimo de piel atópica.
El eccema sale siempre en los mismos sitios, en la cara anterior de los codos, en la parte posterior de las rodillas, en el pezón o en los labios. Es simétrico, bilateral y pica muchísimo. Los brotes dependen de varios factores: sequedad de la piel, estrés, de si el niño se ha vuelto alérgico al polvo y excepcionalmente de si los niños tienen alergia a la proteína del huevo o de la leche.
Como los niños tienden a rascarse muchísimo, se infectan la piel. Entonces el eccema crece y se infecta. El tratamiento de la dermatitis atópica tiene dos fases: tratar el eccema en brote y mantener la piel lo mejor posible entre los brotes para no recaer. Para esto es imprescindible que sea valorado por un dermatólogo pediátrico. Los niños que la padecen deben usar ropa de algodón, muchas cremas hidrantes, hacer baños relajantes y usar jabones que no resequen la piel.
La piel de los niños tiende a corregirse con la edad y mejora en la adolescencia. Las personas continúan siendo atópicas pero no sufren de dermatitis.
Artículo de Divulgación remitido a Topdoctors el miércoles 26 de noviembre del 2014
Eccema y dermatitis atópica, tipos y tratamiento
Dra. Ana María Giménez Arnau y Dpto. Prensa Top Doctors