Ecografía musculoesquelética
La ecografía musculoesquelética de alta resolución es una técnica de imagen que mediante la emisión de ultrasonidos permite al reumatólogo ver lo que está pasando dentro de una articulación en tiempo real.
Se podría considerar a la ecografía musculoesquelética, por tanto, como una extensión de la exploración física del paciente que todo reumatólogo debería dominar y utilizar en su práctica diaria.
El procedimiento consiste básicamente en aplicar gel conductor de ultrasonidos en la piel del área o articulación a estudiar y a continuación, mediante un suave barrido de la sonda exploradora, se visualiza en pantalla la zona en cuestión, estudiando su estructura anatómica y permitiendo emitir un diagnóstico.
En patologías mecánicas, como la artrosis o la degeneración tendinosa, permite evaluar el grado de desgaste del cartílago, la presencia de derrame sinovial e incluso la existencia de roturas tendinosas, por poner un ejemplo. En las patologías inflamatorias, como la artritis reumatoide o las espondiloartropatías, permite el diagnóstico temprano mediante la visualización de la membrana sinovial y la presencia de tejido inflamatorio en la misma, lo que permite medir el grado de afectación de la articulación y posteriormente su respuesta al tratamiento. También es útil para diagnosticar lesiones deportivas musculares o tendinosas.
Ventajas y riesgos de la ecografía musculoesquelética
La ecografía musculoesquelética se diferencia de otros tipos de ecografía básicamente en dos aspectos, que marcan la diferencia y la acredita como una técnica con más ventajas. En primer lugar, mediante la captación de señal power-doppler (que traduce el grado de vascularización) el reumatólogo puede evaluar el grado de inflamación de la membrana sinovial existente en una articulación con artritis. Y en segundo lugar, nos permite guiar punciones intraarticulares diagnósticas y/o terapéuticas mediante la visualización de la aguja en pantalla, así como infiltraciones de corticoides o ácido hialurónico.
En cuanto a sus riesgos, hay que partir de la base que la ecografía musculoesquelética es una técnica inocua, indolora y no irradia al paciente, al tratarse de ultrasonidos.