Ejercicio para la prevención de las varices
El deporte es un hábito fundamental para la salud y calidad de vida. Además, si un paciente padece insuficiencia venosa, algunos deportes le ayudarán a prevenir su evolución, ya que la práctica de ejercicio de forma regular estimula el retorno venoso y potencia el bombeo de la sangre desde las extremidades, mejorando la circulación y consiguiendo unas piernas más saludables.
Deportes beneficiosos para las varices
Entre los deportes beneficiosos se encuentran los aeróbicos como caminar o hacer running en terrenos planos, la natación, los deportes de bicicleta (o la bicicleta estática), el yoga (y similares) y la gimnasia rítmica, modalidades que, además de aptas para todos los públicos y edades, ayudan a estimular la circulación y movilizar la sangre acumulada de muslos, pantorrillas, plantas de los pies, etc.
Para que los beneficios sean notables, el paciente debe practicarlos, por lo menos, durante media hora en cada sesión, y evitando las horas de temperaturas más altas porque el calor no beneficia a las varices. En los meses de verano los deportes acuáticos ganan protagonismo. El aquagym está especialmente indicado tanto por ser muy completo (implica muchos músculos), como por poder realizase en el agua, donde la presión actúa sobre las venas superficiales beneficiando el retorno por su efecto vasoconstrictor. Dentro de la natación, el estilo más recomendado por los flebologos, es la braza, ya que las piernas son las que más trabajan.
Hay algunos deportes en los que se recomienda el uso de calcetas elásticas, aunque no por ello deben dejar de practicarse. Serían aquellos como la halterofilia, el ciclismo de montaña, algunas formas de esquí alpino, el tenis, el squash en superficies duras y otros deportes que someten a los músculos de las pantorrillas a un esfuerzo intenso o con rápida aceleración.
Deportes no beneficiosos para las varices
Por contra existen deportes que pueden perjudicar si se sufre de varices u otros problemas circulatorios en las piernas. Son todos aquellos que requieren saltos continuos o movimientos repentinos como la mayoría de deportes de raqueta (tenis, squash, frontón, etc.), el baloncesto, balonmano o voleibol, entre otros, ya que pueden perjudicar el correcto funcionamiento de las válvulas venosas.
Tampoco están recomendados aquellos deportes como el motociclismo, escalada, equitación y piragüismo, ya que obligan a realizar posturas prolongadas que pueden comprimir muslos y pantorrillas.
Los deportes de contacto que pueden causar hemorragias por roturas venosas como el fútbol, hockey, rugby, judo o karate, tampoco son recomendables. Al igual que el windsurf y la vela, por los golpes sobre la tabla y choques por acción del mar.
Tampoco son aconsejables los deportes que precisen usar un calzado inadecuado como las botas de esquí, patinaje sobre hielo o hockey, ya que pueden comprimir la circulación de retorno y aumentar la temperatura de la pierna. La práctica demasiado intensa de deportes sin preparación como el atletismo, maratón, trekking, ciclismo o esquí nórdico de competición, pueden fatigar la vena y favorecer una trombosis de esfuerzo al haber realizado el ejercicio con demasiado entusiasmo, falta de entrenamiento o haber sobrepasado los límites de la fatiga.
Sea cual sea el deporte practicado es necesaria un correcta hidratación durante su práctica, ya sea con agua o bebidas isotónicas porque ayuda a eliminar los elementos tóxicos de la sangre y mejorar también así la circulación. Al acabar la actividad física es aconsejable darse una ducha de agua fría y realizar masajes de drenaje linfático con crema hidratante, masajeando desde el pie hasta el muslo. Si se tiene la oportunidad de descansar después del ejercicio es recomendable hacerlo con las piernas alzadas para ayudar a la sangre a que circule mejor.
El uso de compresión y rendimiento deportivo al padecer varices
La insuficiencia venosa, si es importante, puede limitar la oxigenación de los tejidos, lo cual puede desarrollar un menor rendimiento deportivo.
Para prevenirlo, lo primero que debe hacer el paciente es consultar con un especialista en flebología que determine el tratamiento más adecuado tras un completo estudio ecográfico.
Pasos a seguir para prevenir las varices en deportes de alto rendimiento
En primer lugar hay que tener en cuenta que, en ocasiones, las venas se adaptan al ejercicio físico intenso engrosándose, ya que necesitan transportar más sangre para alimentar la mayor masa muscular. A la vez, estas venas sanas sobresalen porque se disminuye el panículo adiposo y entonces se notan las venas muy marcadas: son las llamadas pseudo-varices del deportista.
Algunos deportistas las pueden ver como un inconveniente estético, sobre todo en las pantorrillas, pero no son venas varicosas, es decir, no están enfermas, son venas más desarrolladas.
Si la insuficiencia venosa es leve es recomendable usar una calceta de compresión para favorecer el retorno venoso y así, atenuar la hinchazón de piernas y el dolor o adormecimiento en las extremidades inferiores.
Si existen varices importantes deben ser eliminadas. Los deportistas profesionales que han eliminado sus varices reconocen que han mejorado su rendimiento. Esto es especialmente importante en varices de la cara posterior de la pierna, ya que los músculos de la pantorrilla se pueden ver limitados. Estos tratamientos no suelen ser quirúrgicos y se pueden realizar de forma ambulatoria con nulo o mínimo reposo.