Ejercicios para combatir el cáncer de mama
Para sobrellevar el tratamiento del cáncer de mama, hay muchas opciones: desde el ejercicio físico hasta la dieta y alimentación, pasando por actividades relajantes y apoyo psicológico.
Existen evidencias científicas de que una de estas opciones aporta grandes beneficios para la salud, principalmente en tratamientos contra el cáncer: el ejercicio físico no estresante.
El ejercicio físico produce endorfinas, unas sustancias químicas que genera nuestro organismo que dan sensación de bienestar, además de producir un efecto cascada sobre el sistema inmune. Esto tiene un efecto “desestresante” en el cerebro y las emociones de las pacientes. Algunos ejemplos de ejercicio físico no estresantes son el yoga, pilates o taichí, combinados con ejercicios aeróbicos moderados como la bicicleta, nadar o caminar… Esto mantiene el organismo activo e incrementa la velocidad de regeneración de las células, ayudando a nuestro cuerpo a recuperarse de los tratamientos oncológicos.
Dado que el cáncer afecta al sistema inmune del paciente, hay que propiciar dicho sistema para no recaer de nuevo en la enfermedad. Para ello, el ejercicio físico moderado y frecuente es lo idóneo.