El acné no es un enemigo pequeño

El acné no es un enemigo pequeño

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 08/06/2019

El acné es una inflamación crónica de la unidad pilosebácea de la cara y parte superior del tronco. Esto quiere decir que en todas las zonas donde existen glándulas de la grasa junto a un pelo velloso, puede producirse la aparición de pápulas rojas, bultos de pus y puntos negros. Es lo que vulgarmente se conoce como “espinillas” y “granos”.

Es la enfermedad más frecuente de las que afectan a la piel, ya que entre el 80 y el 90% de los humanos la padece en mayor o menor grado, suponiendo el 25% de las consultas al dermatólogo. La edad de mayor frecuencia e intensidad de las lesiones de acné se encuentra entre los 14 y los 16 años de edad. 

Sin embargo, últimamente se está viendo un aumento de casos a edades avanzadas, sobre todo en mujeres, de forma que no resulta raro encontrar pacientes femeninas con acné a los cuarenta años. Unas veces es un acné de la adolescencia que se prolonga, pero otras veces es un acné de comienzo tardío. 

Por qué aparece el acné

El acné aparece por una serie de hechos encadenados que se enlazan uno en otro. El primer eslabón lo forman las hormonas sexuales masculinas, los andrógenos, que inducen una producción de sebo excesiva. A continuación se produce un aumento de queratina en el folículo pilosebáceo, que dificulta la expulsión del sebo y lleva a la obstrucción de la salida de la glándula. En este terreno de grasa y queratina, una bacteria llamada Propionibacterium acnes se encuentra en la mejor situación para reproducirse. Al multiplicarse, aparece la inflamación.

En la mujer adulta, la mayor parte de los casos se producen por un factor hormonal, que configura lo que se llama “síndrome de androgenización”. Entre un 10 y un 20% de mujeres, se encuentran afectadas por alguno de los signos clínicos cutáneos de la androgenización como son el exceso de grasa, el aumento de vello o la caída de pelo. 

Cómo se trata el acné

El tratamiento del acné está encaminado a corregir los factores que contribuyen a su desarrollo, esto es: regular la secreción sebácea, evitar la obstrucción del folículo y disminuir la población bacteriana. La cantidad e intensidad de medidas terapéuticas estará en relación con la gravedad del acné. El tratamiento del acné debe instaurarse tan pronto como aparezca para evitar tanto las molestias que ocasiona temporalmente, como las cicatrices permanentes.

 

Dermatología