El aumento mamario en el siglo XXI: simuladores 2D y 3D
La cirugía de aumento mamario permite incrementar el volumen de las mamas, así como mejorar su forma en caso de ser necesario. Para ello, es fundamental realizar un buen diagnóstico y la experiencia del cirujano plástico. Así, las técnicas de aumento mamario con prótesis han evolucionado en los últimos años, mejorando la seguridad, los resultados y el postoperatorio de la cirugía.
¿Qué es un simulador de aumento mamario?
Es muy importante valorar, antes de proceder a realizar cualquier aumento mamario, la forma de la mama, ya que hay muchas que presentan malformaciones, como mamas tuberosas, mamas sin polo inferior, mamas tubulares… Un diagnóstico adecuado en cuanto al tipo de mama que posee la paciente será primordial para lograr los resultados esperados. Los simuladores 2D y 3D han aportado a la cirugía estética nuevas opciones para potenciar la comunicación médico-paciente.
Así, estas ayudan a resolver dudas, a definir criterios estéticos, concretar expectativas y elegir tamaños en una cirugía de aumento de pecho. Para ello, contar con la última generación de simuladores mamarios es una circunstancia que, sin duda alguna, marca la diferencia.
¿Qué novedades aporta el simulador de aumento mamario? ¿Existen varios tipos?
Existe un antes y un después en el diagnóstico gracias a la nueva generación de escáneres de previsualización de resultados. Nuestra experiencia con el más avanzado del mundo, VECTRA® 3D REAL-LIFE, nos permite responder a la pregunta más recurrente de las mujeres que quieren aumentar sus mamas: “¿Cómo me va a quedar doctor?” Con este sistema, ellas mismas consiguen ver con exactitud los resultados reales que pueden esperar tras la intervención antes de operarse.
Un apoyo en materia de diagnóstico y trazado de objetivos en la relación médico-paciente, ya que nos permite comprobar desde fuera el aspecto real que la mujer tendría con distintas opciones de implantes, no sólo en cuanto a tamaño y proyección sino en lo referido a forma, posición exacta, ancho o caída del seno, pudiéndose rotar la imagen para ver el resultado desde cualquier perspectiva.
Así, se trata de la mejor herramienta para que las pacientes cuenten con expectativas realistas y los doctores cuentan con mediciones más exactas. Estas dos características ayudan al entendimiento para la definición de los objetivos de la cirugía y, como consecuencia, para la mejora de resultados.