El mareo: un síntoma frecuente de etiología múltiple
El mareo es uno de los síntomas por los que más pacientes acuden a las consultas de neurología, ya vengan derivados por el médico general, por el especialista en traumatología, por el otorrino o por el cardiólogo. El Dr. Lecanda, experto en Neurología, habla de los tipos de mareo y de su diagnóstico.
Tipos de mareos y síntomas
A primera vista parece un síntoma fácil de diagnosticar y de tratar, pero la experiencia dice lo contrario. Quizá por la suma de factores que contribuyen a este síntoma tan frecuente y mal diagnosticado en sus múltiples etiologías. Pongamos algunos ejemplos: una persona se levanta por la noche al baño y súbitamente nota un mareo, como un vahído que le hace caerse y en ocasiones perder la conciencia tras orinar. Y en otras ocasiones estando acostado al mover la cabeza en posición lateral nota un mareo giratorio súbito, como si le diera vueltas todo el entorno, asociado a náuseas y vómitos y al levantarse pierde el equilibrio.
Otro tipo de mareo refiere el paciente que se nota como si se encontrara navegando en un barco o como si se encontrase en estado de embriaguez. Este síntoma le puede durar varios días sin que se manifieste clara inestabilidad en la marcha.
Otro tipo de síntoma es una clara inestabilidad con latero-pulsión izquierda o derecha en la marcha, que también puede durar días o semanas. Además precisa de otra persona en la cual apoyarse para no caerse. También puede tratarse de un síntoma súbito con caída, sin perder el conocimiento, o con pérdida de conciencia, lo que vulgarmente se llama lipotimia.
Diagnóstico de los mareos
En el primer caso se puede diagnosticar con previa realización de pruebas neurológicas y cardíacas, de un síndrome vaso-vagal, por estímulo del nervio vago. Al levantarse de la cama se produce hipotensión ortostática, que tras orinar, por contracción del músculo detrusor vesical, se incrementa la hipotensión.
En el segundo caso se puede hablar clínicamente de un vértigo posicional paroxístico benigno del oído interno por afectación en el órgano del equilibrio de un oído. Se puede diagnosticar mediante pruebas específicas en consulta del O.R.L.
En el tercer caso se llega al diagnóstico con previas pruebas neurológicas y cervicales de una etiología psicosomática con un fondo de ansiedad crónica y estrés, que influye en los músculos paracervicales por el mecanismo de somatización. Casi siempre se aprecia una rectificación de la lordosis cervical por contracturas y tensión paracervical.
En el cuarto caso es importante realizar una resonancia magnética cerebral o TAC cerebral para valorar la existencia de isquemia cerebral de pequeño vaso o leucoencefalopatía isquémica. Así se pueden descartar brotes de esclerosis múltiple y otras patologías neurológicas.
Existen casos de mareos súbitos que acompañan a sintomatología más compleja, que puede consistir en afectaciones graves de inicio sea vasculo-cerebral como la isquemia vertebrobasilar o cardiaca como la isquemia coronaria.
Pueden ser el inicio de problemas serios que hay que diagnosticar lo antes posible mediante exploraciones complementarias, dado que el pronóstico está condicionado por el diagnóstico precoz. Hay que ser prudente al diagnosticar los mareos de problemas “cervicales”, sin más, y sin realizar otras exploraciones. No hay nada peor que el paciente se sienta agobiado sin información médica clara y sin un tratamiento adecuado. Lo que puede con llevar a una sintomatología que se cronifica con la carga de ansiedad que esto conlleva.