El tratamiento de la Osteoartosis con células madre
El tratamiento de la osteoartosis con células de la médula ósea autóloga se engloba en la Traumatología y la Medicina Regenerativa. Este se basa en administrar células “progenitoras” (células madre) en la articulación lesionada con la finalidad de reparar el cartílago dañado y recuperar la función. Dichas células se encuentran en la médula ósea que es donde se encuentran las células progenitoras de la sangre, tejido conectivo, tejido adiposo, hueso y cartílago entre otras.
Por qué se da la Osteoartosis
El cartílago tiene una capacidad de regeneración extremadamente baja, por lo que cualquier lesión (traumática o degenerativa) difícilmente se recuperará espontáneamente, sobre todo en pacientes de cierta edad. La razón de esta escasa capacidad regenerativa es que el cartílago no dispone, como otros tejidos, de células progenitoras propias y además tiene un aporte vascular muy pobre. Ello nos lleva a la necesidad de plantear la utilización de células procedentes de otras localizaciones (terapia celular), en este caso de médula ósea ya que, en definitiva, es donde se encuentran las células progenitoras del propio cartílago.
Cómo tratar la Osteoartosis y el tratamiento con células de la médula ósea autóloga
La medicina regenerativa no es lo mismo que el tratamiento mediante los llamados “factores de crecimiento” extraídos de sangre periférica y que tienen un poder antinflamatorio más que regenerativo.
Una terapia estándar para lesiones aisladas de cartílago es la llamada “microfractura”, en la cual se realizan pequeñas perforaciones en el cartílago lesionado. Esto se hace para poner en contacto dicha zona lesional con el hueso y médula ósea subyacente, haciendo posible la migración de células progenitoras a la zona lesional y favorecer la regeneración o reparación del cartílago. Sin embargo, esta alternativa terapéutica por sí sola no es muy efectiva ya que la cantidad de células de médula ósea migradas a la lesión articular, sobre todo a partir de cierta edad, es muy escasa.
El tratamiento de la osteoartosis con células de médula ósea autóloga se compone de una única intervención (artroscopia) durante la cual se obtienen y se administran las células. La obtención de las células de médula ósea de cresta ilíaca se realiza mediante anestesia. La punción en la cresta ilíaca se realiza en la parte superior de la nalga, por encima de la inserción del glúteo, al lado de la columna vertebral. Dicha punción no lleva más de 10-15 minutos, ya que se trata de una intervención sencilla y ausente de riesgo para el paciente.
Una vez obtenida la muestra, esta es procesada dentro del quirófano, con las medidas de esterilidad necesarias y bajo un estricto protocolo aprobado por las autoridades sanitarias, en un pequeño laboratorio preparado al efecto y mientras la artroscopia se lleva a cabo. El proceso permite obtener un número alto de células, llegándose a obtener concentraciones suficientes para su aplicación terapéutica sin necesidad de recurrir a cultivo.
La artroscopia tiene como objetivo limpiar la cavidad articular donde la afectación degenerativa es mayor, eliminando tejido necrótico o de regeneración anómala en las zonas ulceradas y erosionadas. Una vez completada esta limpieza, se procede a la administración de las células de médula ósea seleccionadas, con especial atención a las zonas de mayor afectación.
Los resultados de tratar la Osteoartosis con células de la médula ósea autóloga
Existen evidencias sobre la mejora sintomática de forma prácticamente inmediata en pacientes tratados, ya que existe un primer efecto antiinflamatorio y analgésico. La mejoría clínica es muy notable a partir de los 8 meses de la intervención. A día de hoy no se disponen de datos sobre la eficacia a largo plazo, ya que el tratamiento se realiza desde hace cinco años. A pesar de ello, se esperan efectos positivos prolongados en el tiempo que retrasen de forma sustancial o anulen la necesidad de implantar una prótesis.
¿Es posible que los pacientes rechacen el trasplante de células de la médula ósea autóloga?
En su mayoría, los pacientes suelen tolerar correctamente las aplicaciones de células derivadas de médula ósea autóloga. Aun así, existe la posibilidad de sufrir efectos secundarios o complicaciones, que son únicamente los inherentes al proceso quirúrgico (artroscopia), como en cualquier intervención y no atribuibles directamente a la terapia celular. Al tratarse de la administración de células propias, es decir autólogas, este proceso no conlleva riesgos de rechazo previsibles, ni otras complicaciones.