El tratamiento endovascular, exponente de la innovación en cirugía vascular
Constantemente las técnicas y avances tecnológicos para la medicina traen consigo muchos beneficios para los pacientes y para los profesionales sanitarios. También en cirugía vascular donde el reciente desarrollo tecnológico aplicado a los métodos diagnósticos y terapéuticos de la patología del aparato circulatorio ha propiciado una ampliación de las posibilidades de tratamiento para aquellos pacientes que sufren trastornos vasculares.
El tratamiento endovascular es el exponente más relevante de la reciente y continuada innovación tecnológica. Como ocurre en otras áreas de la medicina y la cirugía, los tratamientos de las dolencias vasculares son ahora más cómodos para los pacientes, se han convertido en menos agresivos y más confortables sin renunciar a una eficacia absolutamente demostrada. El tratamiento endovascular consiste en la reparación de los defectos de los vasos sanguíneos mediante la aplicación de catéteres introducidos por pequeños puntos de acceso mediante punción o con muy pequeñas incisiones. Y para ello el papel de la evolución tecnológica ha sido fundamental, ya que ha posibilitado el desarrollo y fabricación de dispositivos endovasculares que pueden navegar a través de venas o arterias. Estos dispositivos van ahora guiados por sofisticados sistemas de imagen de alta definición, lo que nos permite reparar los vasos dañados. Además, el tratamiento endovascular tiene ahora unas grandes ventajas asociadas como es el uso de la anestesia local -en la mayoría de los casos- y la reducción de las pérdidas sanguíneas y la consecuente rápida recuperación del paciente.
La introducción de estas nuevas técnicas ha supuesto una auténtica revolución en la práctica quirúrgica vascular. Son ejemplos claros de esta nueva etapa la reparación de los aneurismas de aorta torácica y abdominal con la aplicación de endoprótesis, la recanalización de las arterias obstruidas o la reparación de las varices. En algunos casos se sustituye y en otros, complementa a la cirugía abierta. Además, la cirugía endovascular ha evolucionado de tal forma que ha conseguido añadir posibilidades de tratamiento para pacientes no aptos para la cirugía abierta.
Todo esto muestra la importancia de los avances tecnológicos en la ciencia en general y en la cirugía vascular, en este caso, en particular. Ya que gracias a esa evolución éste escenario terapéutico que acabamos de describir es el que se realizará para la patología vascular del siglo XXI. Por fortuna, desde hoy ya se puede ofrecer a los pacientes con problemas circulatorios en los centros que han adoptado y desarrollado la tecnología más avanzada.