Embarazos de Alto Riesgo: consideraciones desde un punto de vista ginecológico
El cuidado de Embarazos de Alto Riesgo es un desafío multidimensional que involucra la integración de diversas áreas de conocimiento.
La categorización de un Embarazo de Alto o Bajo Riesgo es complicado de describir, pero se trata de un proceso crucial en el cuidado prenatal. Sin embargo, determinar esta clasificación no es una tarea sencilla, ya que hay una serie de complejidades.
La evaluación es exhaustiva por distintos factores médicos, obstétricos y sociales para tomar decisiones informadas.
Evolución en la edad reproductiva femenina
En los últimos 40 años, hemos sido testigos de un cambio significativo en la edad promedio de las mujeres durante su primer Embarazo. Este cambio de una media de 25 - 26 a 34 - 35 años es un impacto considerable en los resultados del Embarazo.
La edad materna avanzada presenta un riesgo adicional, y es un factor que se suma a la complejidad de cada caso.
Además de la edad materna, la Epidemia creciente de Obesidad y los Trastornos Alimenticios son parte de la modificación en el desarrollo fetal y el pronóstico del Embarazo.
Ciencia y tecnología
Los avances en tecnología de imágenes y Neonatología han revolucionado la atención prenatal. Ahora podemos acceder al feto temprano en la gestación y tomar medidas preventivas cuando sea necesario. La posibilidad de observación prematura, ayuda a tomar decisiones que, incluso revierten Altos Riesgos.
Revisión durante los 9 meses
El asesoramiento preconcepcional emerge como una herramienta fundamental para identificar y abordar posibles complicaciones. En un mundo donde más de la mitad de los Embarazos no son planificados, este tipo de asesoramiento es una gran oportunidad para optimizar el entorno y las condiciones para la gestación.
La Obstetricia es un campo dinámico que requiere un enfoque inquisitivo y adaptable. De hecho, algunos Embarazos pueden parecer de bajo riesgo inicialmente, ciertos indicadores pueden surgir a lo largo del proceso que requieren una reevaluación y un seguimiento más riguroso.
El Ginecólogo y Obstetra debe acompañar a la mujer, no sólo desde la el resultado positivo, sino a partir de que la mujer inicie su vida reproductiva, para brindarle una planificación familiar óptima.