En la angina de pecho, como en todo, la clave está en la prevención primaria
La angina de pecho es una forma frecuente de presentación de enfermedad coronaria. Se trata de un síndrome clínico caracterizado por una serie de síntomas entre los que se incluyen dolor torácico intenso de perfil típico, generalmente opresivo, de localización en precordio (cara anterior del tórax) y con irradiación variable (cuello, mandíbula, espalda, hombros y brazos) de inicio con ejercicio y estrés emocional, que cede con nitroglicerina.
Esta es la definición que se da en las guías de práctica clínica de la Sociedad Europea de Cardiología sobre el manejo de la angina estable y que se mantiene vigente desde hace 2 décadas.
Síntomas de angina de pecho
La duración de la angina de pecho suele ser inferior a 20 minutos y pueden aparecer una serie de síntomas denominados cortejo vegetativo (sudoración, nauseas, vómitos...), que son más frecuentes en el seno del infarto que en la angina.
Estos síntomas se vuelven más atípicos en grupos poblacionales especiales como son las mujeres, los ancianos y los diabéticos, pudiendo variar las características del dolor e incluso no presentarse en el grupo de diabéticos, lo que supone un reto diagnóstico en estos pacientes.
Causas de la angina de pecho
Se produce fundamentalmente por un déficit en el aporte de riesgo sanguíneo al miocardio por una lesión en la macro o microvasculatura coronaria; dependiendo del grado de afectación, los síntomas pueden producirse en reposo o con el esfuerzo.
Incidencia de la angina de pecho
La incidencia en España es difícil de determinar con exactitud puesto que se trata de un diagnóstico clínico, lo que confiere un carácter subjetivo.
Los resultados de alguna serie muestran que puede llegar a ser la forma de presentación inicial de la enfermedad coronaria de cais la mitad de los varones y de algo más de la mitad de las mujeres. La prevalencia de angina muestra un incremento con la edad en ambos sexos.
Tratamiento para la angina de pecho
Tras realizar inicialmente una aproximación diagnóstica y una valoración de la enfermedad coronaria subyacente, el tratamiento se basa en fármacos antianginosos (nitratos, calcio antagonistas y betabloqueantes como primera línea) y, si es preciso, procedimiento revascularizador de la arteria coronaria responsable en caso de no control de síntomas o enfermedad coronaria significativa.
No obstante, y como siempre, lo mejor es una buena estrategia en prevención primaria con control de Factores de Riesgo Cardiovascular (FRCV), como son la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, la dislipemia, el abandono del hábito tabáquico, combatir sedentarismo y el sobrepeso (que es la lacra del siglo XXI).
En resumen, la angina de pecho es una forma de presentación de enfermedad coronaria que supone una urgencia médica. Tenemos por objetivo su diagnóstico diferencial precoz con la otra entidad, que es el infarto de miocardio que conlleva tratamientos iniciales diferentes y con distinta premura.
La clave está en la prevención primaria.
Para más información consulte con el cardiólogo.