Enfermedad del corazón: la insuficiencia cardíaca

Enfermedad del corazón: la insuficiencia cardíaca

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 10/06/2019

El Doctor González Cocina es especialista en cardiología de Málaga. Es el director del Centro Médico Cardiovascular de Málaga y Marbella. Además cuenta con un amplio recorrido profesional, tanto en la docencia como en la medicina.

 

¿Qué es una insuficiencia cardíaca?

Se considera que un paciente tiene insuficiencia cardíaca cuando existe un aumento de la presión venosa en el sistema cardiovascular. Cuando el aumento de la presión venosa se produce en los pulmones el paciente notara disnea o dificultad para respirar. Si el aumento se produce en el sistema venoso sistémico aparecerán síntomas congestivos de retención de líquidos en el abdomen o en las piernas, como es la ascitis y los edemas.

 

¿Qué causa este problema?

Casi todas las enfermedades del corazón pueden causar insuficiencia cardíaca en algún momento de su evolución. Las más frecuentes son la cardiopatía isquémica, sobre todo pacientes que han tenido un infarto de miocárdico y la hipertensión arterial. También las enfermedades de las válvulas cardiacas, las miocardiopatías y algunas arritmias pueden causar síntomas de insuficiencia cardiaca.

 

¿Existen distintos tipos de insuficiencia? ¿Cuáles son?

Si, desde el punto de vista clínico, clasificamos la insuficiencia cardíaca como del lado izquierdo, derecho o congestiva. En el primer caso el síntoma predominante es la disnea, en el segundo la aparición de edemas o ambos en la insuficiencia cardíaca congestiva.

Los factores desencadenantes de la insuficiencia cardíaca pueden ser higiénicos-dietéticos.
 

Desde un punto de vista funcional, se clasifica en insuficiencia cardíaca con fracción de eyección conservada o deprimida, según que la función de bomba del ventrículo izquierdo este intacta o deteriorada, lo cual tiene implicaciones en el pronóstico del paciente.

 

¿Qué aspectos motivan o facilitan la aparición de la insuficiencia?

En pacientes con enfermedades del corazón que predisponga a la insuficiencia cardíaca, los factores desencadenantes pueden ser higiénicos-dietéticos como el consumo de sal, mal cumplimiento terapeútico farmacológico, mal control de la presión arterial, arritmias cardíacas, anemia, infecciones intercurrentes como la gripe y/o bacterianas e hipertiroidismo entre las más frecuentes.

 

¿Se puede prevenir de alguna forma? ¿Qué factores de riesgo debemos evitar?

La prevención de la insuficiencia cardíaca tiene dos aspectos. Uno, prevenir la enfermedad que puede predisponer a su aparición como es la prevención primaria de la enfermedad coronaria a través del buen control de los conocidos factores de riesgo como la hipertensión, diabetes, obesidad, sedentarismo, y tabaquismo y dos prevenir la aparición de disfunción ventricular izquierda mediante la repercusión precoz en el infarto agudo de miocardio, o el buen control de la hipertensión.

 

En pacientes con insuficiencia cardíaca crónica es importante prevenir episodios de descompensación, mediante la disminución de la ingesta de sal, la optimización del tratamiento farmacológico ajustando dosis de diuréticos según el peso corporal, o de otros fármacos como los betabloqueantes, para lograr una frecuencia cardíaca óptima según la evidencia científica.

 

¿Puede derivar la insuficiencia en otros problemas coronarios? ¿Cuáles?

No, es al revés. Los probemas coronarios pueden derivar en insuficiencia cardíaca como se explica en el apartado anterior.

 

¿Se puede tratar la insuficiencia? ¿En qué consiste el tratamiento?

En tratamiento de la insuficiencia cardíaca debe perseguir dos objetivos fundamentales. El primero mejorar los síntomas del paciente, derivados de la retención de líquidos y aumento de la presión venosa pulmonar como es la disnea y edemas, y el segundo aumentar la supervivencia.

 

Los diuréticos son los fármacos más eficaces para lograr un efecto rápido en la mejoría de los síntomas, aumentando la diuresis y disminuyendo los síntomas congestivos. Los inhibidores del sistema renina-angiotensina-aldosterona mejoran a largo plazo los síntomas y además prolongan la superviviencia.

 

Los betabloqueantes son fármacos que bloquean el efecto de las catecolaminas en el corazón, son los últimos incorporados al armamento terapeútico contra la insuficiencia cardíaca, y se recomienda usar a la máxima dosis tolerable, dado su efecto beneficioso en el aumento de la esperanza de vida.

 

Es frecuente que los pacientes con insuficiencia cardiaca crónica presente déficit de los depósitos de hierro, que provocan empeoramiento de los síntomas, siendo necesario reponerlos mediante la administración de hierro intravenoso.

 

Hay un subgrupo de pacientes con disfunción severa del ventrículo izquierdo que tienen asincronia en la contracción de los ventrículos por un retraso en la conducción del estimulo eléctrico, y que mejoran significativamente con la implantación de un marcapsos que resincroniza el funcionamiento del corazón.

 

Los pacientes con insuficiencia cardíaca y alto riesgo de muerte súbita por arritmias ventriculares graves deben ser tratados con la implantación de un desfibrilador automático (DAI), que disminuya este riesgo.

 

Por último, los pacientes que persisten con insuficiencia cardíaca avanzada a pesar del tratamiento óptimo ya mencionado deben ser incluidos en un programa de trasplante cardíaco. Los dispositivos de asistencia ventricular (corazón artificial) están siendo utilizados en pacientes graves como puente al trasplante.

Cardiología