¿Es adicto al móvil mi hijo adolescente? ¿Cómo debo abordarlo?
Cuando se habla de adicción se hace referencia a una conducta exagerada que hace que se dejen otras actividades, como puede ser quedar con los amigos, practicar deportes, etc.
En su mayoría los adolescentes utilizan el móvil para estar conectados con los amigos. La adolescencia es un periodo de particular relevancia. La comunicación con los amigos y compañeros se vuelve más intensa y frecuente y las amistades juegan un rol fundamental para el desarrollo de habilidades sociales.
Cuando se habla de adicción al móvil por parte de los adolescentes se plantea si los padres deben vigilar cómo lo utilizan sus hijos. ¿Se trata de estar controlando el comportamiento de nuestros hijos? ¿O lo que realmente es necesario es que nos dediquemos a intentar conocer a nuestro hijo?
Adicción al móvil: cómo es el prototipo de joven adicto y por qué se produce
La población diana de este tipo de comportamiento son los adolescentes. En estudios recientes se ha visto que el adolescente con baja autoestima y extrovertido es un buen candidato para estar “enganchado al móvil”, dependiente de los demás. Vemos que usa el móvil a todas horas y no se puede separar. Él o ella consideran que sin el móvil no podría tener amigos. De ahí que se haga un uso compulsivo y repetitivo del móvil que, en muchos momentos, no tiene sentido.
Es esencial observar la vida que hace el adolescente para tener en cuenta si usa el móvil para fortalecer las relaciones con los amigos o, por el contrario, reemplaza las relaciones personales. Las personas con más necesidades sociales insatisfechas son las que más consultan las redes sociales. Los adolescentes que usan el móvil constantemente, en vez de relacionarse con amigos, presentan comportamientos similares a los de las personas adictas, como agresividad, depresión, aislamiento y dificultad para concentrarse. Como consecuencia, tienden a vivir un mundo paralelo, pierden interés por lo que ocurre a su alrededor.
Se trata de un círculo vicioso. El miedo a la inseguridad aumenta la protección, al estar detrás de un aparato y, al pasar, más tiempo con él en las manos, más habilidad adquirimos en su uso y más pánico tienen del cara a cara.
Consecuencias negativas de retirar el móvil: importancia de comprender las relaciones sociales del adolescente y potenciar el respeto
Si los padres prohíben el móvil es frecuente que se dé una reacción negativa por parte del joven. Para los adolescentes las redes sociales son una tarea primordial de desarrollo. Cuando se corta la conexión a través del móvil del adolescente con sus amigos, habrá una reacción emocional importante, una ruptura de la relación padre-hijo.
La función de los padres se basa en la capacidad de atender al hijo. La mejor forma de cuidar de un niño o un adolescente es potenciando su crecimiento. Para ello, es imprescindible intentar conocer y comprender cómo se relaciona y cómo actúa, lo que no tiene nada que ver con juzgar su comportamiento y aplicar prohibiciones.
Por otro lado, no se puede cuidar lo que no se respeta. No se ejerce autoridad sin respeto. Hay una creencia muy extendida de que falta autoridad en la sociedad actual y se entiende que faltan límites, que hay una permisividad excesiva. La autoridad implica un interés verdadero por saber del otro, por tener en cuenta su opinión, para que se dé la autoridad que dialoga y que también asume la responsabilidad.
Por tanto, lo que interesa es la persona, en este caso el hijo adolescente, en cómo vive su vida, si va bien con los estudios, sale con amigos, tiene intereses como el deporte u otras actividades y, además, está conectado a través del móvil. En tal caso, deberemos seguir como hemos ido haciendo.
En cambio, si lo vemos dependiente de los demás, ocupando su tiempo en conectarse por el temor de que se olviden de él o si ha de estar continuamente haciéndose presente, manifestándose para que le tengan en cuenta. En tal caso hace un uso exagerado del móvil debido a sus temores. Las personas con autoestima baja buscan, a veces sin ser consciente de ello, la aprobación y el reconocimiento de los demás y suelen tener dificultades para ser ellas mismas y poder expresar con libertad aquello que piensan, por lo que sienten y necesitan sus relaciones interpersonales.
Cómo ayudar a un adolescente con adicción al móvil en la construcción de su identidad
En el caso anteriormente mencionado hará falta ayudar al joven a construir su identidad. Fomentar que piense, que exprese su opinión, considerar lo que aporte. Es importante escucharle de forma empática, poniéndose en su lugar, para que se sienta comprendido, analizando con interés su opinión. También sería adecuado apuntarle a alguna actividad en la que pueda destacar o incluso es útil realizar algún curso de hablar en público.
Lo que sería más preocupante es que el adolescente esté aislado, que utilice el móvil como una realidad paralela. Existe un término japonés, hikikomori, para referirse al fenómeno social de los jóvenes que se apartan de la vida social y escogen la autoreclusión.