Esteatosis hepática no alcohólica asociada a obesidad
La esteatosis hepática no alcohólica (EHNA) es una de las enfermedades más frecuentes en países desarrollados. Generalmente, se asocia al sobrepeso y a la obesidad.
El problema actual está en detectar la EHNA antes de que se convierta en un estado de “esteatohepatitis”, lo que sería un paso hacia la enfermedad hepática crónica.
En los estadios tempranos, esta enfermedad se puede atajar con medidas higiénico-dietéticas, como pueden ser el cambio de dieta, el ejercicio físico y, por supuesto, la pérdida de sobrepeso; en el caso de obesidad mórbida, con cirugía bariátrica.
Este tipo de patología se asemeja a la hipertensión arterial o diabetes tipo II, ya que es una especie de “asesino sigiloso” que puede acarrear daños irreversibles, y por lo tanto, deberán ser diagnosticadas y tratadas cuanto antes.
Diagnóstico de la EHNA
Desde el punto de vista analítico, el perfil hepático, la ferritina sérica y la valoración de la resistencia insulínica (HOMA) son datos de interés para el diagnóstico de EHNA. Otras pruebas como la ecografía, la tomografía computarizada, la resonancia magnética (espectroscopia de protones) y la elastografía hepáticas, así como la biopsia, pueden ser diagnósticas.
Otro de los problemas observados en evidencias científicas americanas, donde la prevalencia de EHNA se calcula en un 30%, es la relación de ésta con el desarrollo de hepatocarcinoma (HCA), ya sea por el desarrollo de hepatopatía crónica alcohólica con fibrosis o cirrosis o directamente sin estos pasos.
Por todo lo referido, los especialistas en Cirugía General podemos considerar que la esteatosis hepática, generalmente asociada a obesidad, es una enfermedad a tener muy en cuenta en nuestro país, ya que la obesidad está incrementándose en España a causa del cambio de dieta y el sedentarismo.
El Dr. Oreste Lo Iacono, colaborador nuestro en la unidad de obesidad del Hospital San Francisco de Asís, ha publicado recientemente un artículo en “Liver International” donde refiere las claves para el diagnóstico y tratamiento de EHNA.
Por último, podemos afirmar que una pérdida de peso, especialmente en obesidad mórbida, así como un cambio radical en los hábitos de vida y de dieta, además de la realización de ejercicio físico, pueden detener una enfermedad tan insidiosa como la comentada.