Evitar un accidente vascular tratando el aneurisma
El aneurisma es una dilatación anormal de los vasos sanguíneos, que puede en muchos casos generar graves complicaciones llegando incluso a poner en riesgo la vida del paciente. La angiología y cirugía vascular, con sus programas de detección precoz, es capaz de diagnosticar la presencia de estos aneurismas y en caso necesario tratarlos evitando las potenciales complicaciones y secuelas asociadas.
¿Qué es un aneurisma?
El aneurisma es una dilatación patológica o exagerada de un vaso sanguíneo, generalmente una arteria. Normalmente afecta a arterias de gran calibre, como a la Aorta que es la principal arteria torácica o abdominal. También puede afectar a arterias iliacas, popliteas y femorales. También puede afectar a arterias viscerales como arterias renales, esplénica... Otras localizaciones son poco frecuentes.
Síntomas de aneurisma ¿Cómo detectarlos?
Los aneurismas generalmente son asintomáticos, es decir, que no presentan síntomas que den evidencia al paciente de que los tiene. En la exploración, se manifiestan con la presencia de una masa pulsátil. Pero normalmente, los síntomas de presencia de un aneurisma suelen darse debido a sus complicaciones, como mediante la rotura del aneurisma o trombosis del aneurisma.
La rotura aneurismática genera un sangrado brusco y masivo que va acompañado en ocasiones de mareo, pérdida de conciencia, hipotensión severa, síndrome vegetativo y un dolor repentino e intenso.
La trombosis genera un cuadro de isquemia aguda, que es la ausencia súbita de irrigación distal a la zona afectada. Los principales síntomas son el dolor intenso, sensación de frialdad, palidez, parestesia o pérdida de sensibilidad, parálisis o déficit de movilidad y ausencia de pulsos.
Tratamiento del aneurisma
El tratamiento del aneurisma es muy urgente cuando se presentan complicaciones y opcional en ausencia de las mismas, dependiendo entonces del tamaño del aneurisma.
Actualmente la tendencia es a tratar esta patología, siempre que sea posible, mediante técnicas endovasculares, como la Implantación de endoprótesis en un aneurisma. Estas técnicas se realizan con anestesia loco-regional, utilizada para anestesiar zonas del cuerpo pero sin alterar la consciencia del paciente. El proceso endovascular permite una rápida y completa recuperación con muy bajo riesgo.
Cuando no es posible el tratamiento endovascular, se realiza una reparación quirúrgica convencional, la operación del aneurisma consiste en una resección y aplicación de un Bypass.
En caso de aneurismas pequeños o no quirúrgicos, el procedimiento a seguir es llevar un control estricto de factores de riesgo cardiovascular para evitar accidentes vasculares, especialmente controlar la hipertensión arterial y realizar un seguimiento periódico de los aneurismas, semestral o anual en función del tamaño.