Exóstosis de oído, el oído del surfista
La exóstosis de conducto auditivo externo es un crecimiento anormal del hueso de las paredes del conducto que llevan a un estrechamiento de su diámetro hasta su cierre parcial o completo en algunos casos.
Con relativa frecuencia, se denomina este problema como oído del surfista, oído del buceador u oído del nadador, ya que se produce con mayor frecuencia en deportistas o aficionados a estos deportes. El contacto repetido y durante períodos largos al agua fría es el causante de este problema del conducto auditivo.
Síntomas de la exóstosis de conducto auditivo
Por norma general, la exóstosis de oído se trata de un problema asintomático, es decir, no produce síntomas. No obstante, en el caso de que el estrechamiento empeore, se puede producir una sensación de taponamiento del oído. En un principio, este taponamiento será similar al que las personas padecen tras los baños, como si se nos hubiese quedado agua dentro del oído. Más adelante, o en casos más severos, puede llegar a ocasionar infección u otitis externa hasta hipoacusia o sordera por cierre completo.
Para diagnosticar la exóstosis de conducto auditivo externo no hacen falta grandes medios, ya que a partir de una sencilla otoscopia se puede diagnosticar la existencia —o no— de la exóstosis de oído.
Exóstosis de conducto auditivo: tratamiento
En términos de prevención, ésta no está demostrada pero parece que si se hace uso de tapones especiales en los practicantes de estos deportes puede enlentecerse el crecimiento y si ya ha aparecido la exóstosis, puede frenarse y además prevenir las complicaciones de taponamiento y otitis descritas previamente.
Si la exóstosis no produce problemas puede controlarse por el especialista y aconsejamos limpiezas periódicas del conducto para prevenir acumulación de cerumen y taponamiento e infección. Pero si la exóstosis ya está produciendo síntomas es aconsejable intervenir.
La intervención de la exóstosis —conocida como canaloplastia— consiste en extirpar estas neoformaciones de hueso y dejar un conducto suficientemente amplio que no dé problemas. Esta intervención puede realizarse si se cuenta con el instrumental adecuado y con la suficiente experiencia a través del conducto auditivo y sin hacer incisiones detrás de la oreja. De esta manera la recuperación es mucho más rápida, menos molesta y dolorosa y el paciente podrá practicar deportes acuáticos en muy poco tiempo, en semanas.
Para más información, consultar con un especialista en Otorrinolaringología.