Fármacos biológicos, tratamiento eficaz para frenar el avance de la artritis reumatoide
La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica, perteneciente al grupo de las enfermedades autoinmunes, que afecta, predominantemente, a las articulaciones, aunque puede dañar otros órganos como el pulmón, los ojos o las glándulas secretoras. Se desconoce completamente su origen, si bien cada vez se tiene más certeza de que se necesita la combinación de una predisposición genética con factores externos desencadenantes como el tabaco, o ciertas infecciones (periodontales y pulmonares, fundamentalmente).
Síntomas principales de artritis reumatoide
La artritis reumatoide suele manifestarse por dolor e inflamación de muchas articulaciones a la vez. Predomina la inflamación de las pequeñas articulaciones de manos y pies, si bien puede afectar a cualquier articulación del aparato locomotor. Suele acompañarse de sensación de rigidez en el momento de levantarse por la mañana, e incluso puede dar lugar a un cuadro de fiebre, pérdida de peso o falta de apetito, que puede llegar a hacer pensar en la presencia de una enfermedad neoplásica.
Tratamientos disponibles para abordar la artritis reumatoide y frenar su avance: fármacos biológicos
El tratamiento de la artritis reumatoide ha cambiado radicalmente en los últimos 15 años y, hoy en día, podemos decir con seguridad que somos capaces de frenar por completo la enfermedad. Los fármacos de inicio siguen siendo inmunosupresores suaves, como el metotrexato o la leflunomida, pero la línea de fármacos biológicos disponible en la actualidad permiten, en caso de que los primeros no sean suficientemente eficaces, parar el proceso inflamatorio y que la persona que la padece pueda llevar una vida completamente normal.
Sin duda los fármacos biológicos disponibles en la actualidad pueden "inducir la remisión", es decir, detener completamente la inflamación y la progresión del daño, siempre que se usen por parte del especialista en Reumatología en el momento adecuado (con la enfermedad no muy evolucionada) y se esté pendiente de su eficacia y seguridad.
Pronóstico de los enfermos de artritis reumatoide
El pronóstico de los enfermos de artritis reumatoide depende mucho del momento del diagnóstico: si la enfermedad se identifica con pocas semanas de evolución, la probabilidad de detenerla es muy elevada. Sin embargo, en casos tardíos, con meses o años de evolución, si bien los tratamientos siguen siendo indudablemente útiles, la probabilidad de frenar completamente la enfermedad, y evitar secuelas, baja sustancialmente. Pese a ello, el pronóstico actual de la artritis reumatoide es bueno, en la mayoría de casos se consigue evitar el avance hacia la incapacidad, y es posible lograr que las personas que la padecen realicen una vida normal.