Fibromialgia: diagnóstico y tratamiento
La fibromialgia es un síndrome clínico de causa desconocida caracterizada por un dolor crónico generalizado no articular que predomina en los músculos y el raquis con presencia de una exagerada y extensa sensibilidad local en múltiples puntos predefinidos.
Para su diagnóstico hay que observar los criterios clínicos de clasificación de la American College of Rheumatology (ACR) de 1990: La fibromialgia presenta un dolor generalizado al menos de tres meses de evolución y dolor a 11 de los 18 puntos sensibles a la palpación digital. Los nuevos criterios diagnósticos propuestos en el 2010 consisten en un Índice de dolor generalizado (WPI) y una Escala de gravedad de síntomas (SS-Score).
Actualmente se recomienda clasificar la fibromialgia en 3 grupos según esté asociada a: depresión, a un importante trastorno funcional somatizador o a alteraciones psicopatológicas.
Diagnóstico de la fibromialgia
No existe ninguna prueba de laboratorio ni exploración complementaria específica para el diagnóstico y valoración de las consecuencias de la enfermedad en la calidad de vida y capacidad funcional de los afectados.
La necesidad de una prueba objetivable en esta patología pasa a ser fundamental a nivel clínico y, sobretodo, a nivel pericial y médico-legal.
La fibromialgia ha dejado de considerarse una enfermedad periférica músculo-esquelética y tiene el reconocimiento de ser el anómalo procesamiento del dolor que provoca su sensibilización central y ser la base neurobiológica que explica la mayoría de los síntomas que sufren los pacientes junto a factores genéticos, endocrinos, la mala calidad del sueño, el estrés psicosocial y el traumatismo físico.
Tratamiento de la fibromialgia
Las técnicas de neuroimagen cerebral suponen una revolución en el conocimiento del dolor crónico y permiten a los especialistas en Reumatología evaluar a los pacientes que sufren varios tipos de trastornos dolorosos crónicos con la fibromialgia de una forma mínimamente invasiva.
Las diferencias técnicas en resonancia magnética funcional cerebral permiten estudiar el grado de actividad de las diferentes zonas cerebrales donde se procesa el dolor así como su conectividad y actividad neurofisiológica.
La resonancia magnética funcional es la exploración complementaria que tiene más probabilidades de convertir la fibromialgia en una enfermedad visible, objetivable y evaluable.
Múltiples trabajos han aportado convincente evidencia del proceso anormal del dolor de los pacientes con fibromialgia, incluida una actividad cerebral que se correlaciona con la excesiva sensibilidad (hiperalgesia/alodinia), sumación temporal y un prolongado regusto del dolor.
El impacto de la fibromialgia en los pacientes traspasa el nivel personal convirtiéndonos en un grave problema socioeconómico, reduciendo nuestra productividad laboral.
El tratamiento más efectivo es el multidisciplinar interviniendo desde el nivel social, personal y familiar, ayudando al paciente y a su entorno, realizando un abordaje biopsicosocial de la enfermedad. También está demostrada la eficacia del tratamiento no farmacológico, como el ejercicio físico, la psicoterapia, la retroalimentación y la terapia ocupacional.
De todas formas, la fibromialgia continua siendo un enorme desafío médico que ha de integrar el campo de la neurobiología con sus aspectos psicosociales del paciente.
La fibromialgia en el arte
La pintora mejicana Frida Kahlo, nacida en 1907, sufrió un grave accidente de autobús a los 18 años que le causó múltiples fracturas, destacando la L3 y L4. El dolor, la fatiga y el desamor crónico siempre acompañaran la desagradecida existencia de la artista que puso fin a su vida en 1954.
En “La columna rota” la artista se representa con la cara lagrimosa y la columna vertebral rota en varios puntos. También observamos múltiples chinchetas o pequeños clavos clavados por todo su territorio corporal. Probablemente desarrolló una fibromialgia desencadenada por el traumatismo del accidente.