Fisura anal: ¿esfinterotomía o toxina botulínica?
La toxina botulínica (popularmente conocida como Botox) ha sido utilizada de siempre en el campo de la medicina para tratar problemas médicos relacionados con un espasmo muscular. En este sentido, ha cobrado protagonismo como alternativa a la cirugía en casos de fisura anal en pacientes con una continencia previa mermada.
Según los expertos en Proctología, la mala prensa que tiene la esfintertomía lateral interna en términos de incontinencia posterior es algo absolutamente falso, siempre y cuando esta técnica se realice correctamente, por unas manos expertas, y se valore al paciente en su conjunto. A día de hoy, el tratamiento por excelencia en términos de eficacia, curación y durabilidad sigue siendo la cirugía (esfinterotomía).
Sin embargo, en pacientes con alteraciones esfinterianas previas (yatrogenia quirúgica, partos complicados con traumatismo obstétrico o edad avanzada ), puede ser una buena alternativa terapéutica.
Ventajas e inconvenientes de la toxina botulínica en la fisura anal
Ventajas de la toxina botulínica en la fisura anal
- Es reversible, y a los 6 meses el paciente recupera su continencia previa y la fisura ya ha cicatrizado.
- Es poco traumático, y se puede hacer bajo sedación y de forma ambulante.
- Se puede hacer vida normal desde el día siguiente.
- El paciente mejora rápidamente en las primeras 24-48 horas, que es lo que tarda en actuar la medicación sobre el espasmo esfinteriano.
Inconvenientes de la toxina botulínica en la fisura anal
- La duración del tratamiento es de unos 4 meses.
- El tratamiento es caro, puesto que la toxina botulínica ya de por si lo es y además requiere un manejo hospitalario.
- En algunas ocasiones se han producido infecciones en los puntos de infección.
- Ha habido casos de incontinencia de gases durante la medicación.