Fobia social, miedo a la gente
La fobia social, conocida también como ansiedad social, es un trastorno mental caracterizado por un miedo intenso ante uno o varios tipos de situaciones sociales en los que la persona está siendo observada o cree que le observan.
La fobia social provoca una serie de cambios en la actitud y el estado de las personas.
- Cambios en su pensamiento: magnificación de las críticas sufridas por parte de los demás. Una de las principales características de la fobia social es la elevada preocupación anticipada ante una situación que se prevé que habrá que afrontar en el futuro.
- Cambios en respuestas fisiológicas: exceso de sudoración, tensión muscular, aceleración del ritmo cardíaco y respiración entrecortada y superficial.
- Cambios en respuestas conductuales: movimientos repetitivos, lenguaje corporal de tensión o excusas para salir de la situación.
- Cambios afectivos: las personas con fobia social suelen evitar situaciones con excusas como “no me apetece” o “prefiero estar sólo” para no tener que pasar por una valoración pública negativa.
Las personas que padecen fobia social intentan evitar, en la medida de lo posible, estas situaciones. O bien, pasan por ellas intentando a toda costa que los demás apenas perciban su respuesta de ansiedad. Esta actitud de “que no se note que…” es uno de los factores que más influyen en que la fobia social persista, ya que impide que las personas afectadas por este trastorno genere herramientas de manejo emocional, cognitivo y conductual.
Aproximadamente, alrededor de un 10-13% de las personas experimenta fobia social en algún momento de su vida. El miedo a hablar en público es un tipo de fobia social muy común.
¿Cuáles son las causas de la fobia social?
El origen del trastorno de la fobia social se encuentra en diferentes posibles causas. Por un lado, existe cierta vulnerabilidad biológica que predispone a la fobia social, es decir, un componente hereditario. Algunas personas tienen tendencia a ser socialmente inhibidos y a experimentar de manera intensa la ansiedad.
El factor educativo es también una posible causa de la fobia social. Los modelos sociales influyen a la hora de afrontar o evitar determinadas situaciones. Al igual que también influyen las experiencias sociales propias. Por ejemplo, hay personas que sienten la crítica pública como una experiencia especialmente dañina. Ante estas experiencias, la persona aprende una serie de creencias que le hacen verse incapaz de afrontar determinadas situaciones sociales con éxito e incapaz de sobreponerse con tranquilidad y entereza a la crítica negativa de los demás.
Cuando a estos factores se añaden además sucesos vitales estresantes, como por ejemplo un problema familiar o estrés laboral, la probabilidad de padecer fobia social aumenta.
Tratamiento para la fobia social
El tratamiento de Psicología de la fobia social consiste en dos herramientas clínicas: reestructuración cognitiva y exposición. Ambas herramientas se han de trabajar de forma paralela.
La reestructuración cognitiva tiene como objetivo que la persona entiende por qué percibe, atiende e interpreta situaciones sociales como una amenaza infranqueable. Consiste en un tratamiento mediante el que se desarrollan mecanismos cognitivos ante los que el paciente deja creer firmemente que el fracaso delante de los demás es probable y catastrófico.
Por otro lado, la exposición busca reaprender un proceso básico: dejar de huir ante una situación de ansiedad. El paciente a ir superando, gradualmente, situaciones en las que la ansiedad deja de ser la protagonista.
La duración de los tratamientos psicológicos para la fobia sociales de unas 15 sesiones.
Si una persona que padece fobia social no recibe tratamiento psicológico, suele sufrir graves consecuencias a nivel emocional y social. Es frecuente que algunas personas con fobia social recurran al consumo de alcohol u otras sustancias con el objetivo de amortiguar las respuestas a la ansiedad provocada.
Fuente: fusión de varios modelos o esquemas de foabia social de distintos autores. Por Julia Vidal