Glándula tiroides: funciones y tratamiento
El tiroides es una glándula que se localiza en la parte inferior del cuello a ambos lados de la línea media. Tiene forma de H mayúscula con dos lóbulos, derecho e izquierdo, y una franja de unión, el istmo.
Funcionalidad de la glándula tiroides
La misión del tiroides es producir hormona tiroidea, también llamada tiroxina, que nos regula la velocidad de nuestro metabolismo y, por lo tanto, si éste actúa más rápido, como ocurre en el hipertiroidismo, produciría nerviosismo, agitación, insomnio… y si lo hace más lento, en el hipotiroidismo, produciría cansancio, somnolencia, retención de líquidos, etcétera.
Cuando la función del tiroides se altera produciendo hipotiroidismo, menor producción de hormona, o hipertiroidismo, mayor producción de hormona, el especialista adecuado para su tratamiento es el endocrino. Cuando la glándula presenta un aumento del tamaño se denomina bocio, y éste puede ser difuso (uniforme) o nodular (uni o multinodular) y el especialista que debe participar en el diagnóstico, la decisión terapéutica y finalmente el tratamiento quirúrgico es el Otorrinolaringólogo, que en estos momentos es el único especialista reconocido y con título en “patología cérvico-facial”.
Tratamiento quirúrgico de la patología tiroidea
Dejando a un lado el abordaje de la Enfermedad de Graves-Basedow (Bocio difuso hipertiroideo) la cirugía sobre el tiroides se centra sobre todo en el tratamiento de los nódulos sospechosos o confirmados como malignos, así como el de los nódulos únicos o múltiples que, aunque sean benignos, causan por su tamaño alteraciones anatómicas como desviación de la vía aérea, la tráquea, o alteraciones estéticas.
Las técnicas quirúrgicas se reducen generalmente a dos: la hemitiroidectomía o extirpación de un solo lóbulo, la mitad del tiroides, que no suele requerir tratamiento complementario postquirúrgico de tiroxina y la tiroidectomía total o extirpación de toda la glándula, que requerirá siempre tratamiento sustitutivo hormonal. Con las dosis adecuadas de tiroxina los pacientes pueden realizar una vida absolutamente normal.
Resultados de la operación de tiroides
La operación de tiroides suele cursar sin incidencias, no es especialmente dolorosa y el ingreso hospitalario viene a durar entre dos y tres días. Como en toda cirugía existen riesgos, pero afortunadamente las complicaciones son poco frecuentes y, en la mayoría de los casos transitorias, esto es, disminuyen en un periodo de tiempo mayor o menor después de la cirugía. Estos riesgos se deben dar a conocer al paciente en las entrevistas clínicas previas a la cirugía.
En general y estando en las mejores manos, menos del 1% de los pacientes pueden tener alteraciones de la voz permanentes y alrededor del 2%, alteraciones en los niveles de calcio también de forma permanente y que se resuelven tomando calcio oral. Estas posibles alteraciones del calcio sólo aparecen cuando se realiza una tiroidectomía total, es decir, una extirpación completa del tiroides.