Gota: qué es y cómo tratarla
La gota suele manifestarse en las extremidades inferiores. Está causada por una hiperuricemia o exceso de ácido úrico en la sangre.
La gota, conocida también como artritis gotosa, es una enfermedad conocida desde los tiempos bíblicos. Según los especialistas en Reumatología, se produce por el depósito en las articulaciones de microcristales de ácido úrico y afecta a aquellos pacientes que presentan hiperuricemia, es decir, exceso de ácido úrico en sangre (una concentración superior a 7 mg/dl, el punto de solubilidad de ácido úrico a temperatura corporal).
Cabe mencionar que el ácido úrico es un producto de la degradación de las purinas, un componente presente en el núcleo de las células. Cualquier patología que produzca un déficit en la eliminación renal de ácido úrico o un exceso de su producción puede hacer que éste se deposite en forma de microcristales en las articulaciones. Lo que causa este proceso es un estímulo inflamatorio a nivel de la membrana sinovial articular, desencadenando una artritis.
Causas de la gota
La causa de la gota es la hiperuricemia, aunque no todas las personas que la sufren presentarán gota. Existen dos causas fundamentales para que se produzca hiperuricemia: la existencia de un déficit en la eliminación del ácido úrico a nivel renal, o un exceso de su producción. La causa más frecuente (90% de los casos) es el déficit de eliminación, y suele presentar un componente genético. No obstante, determinados factores pueden contribuir a la aparición de la gota:
- dieta rica en purinas (alimentos como carnes rojas, marisco y embutidos)
- consumo de alcohol (disminuye la eliminación del ácido úrico)
- enfermedades concomitantes que alteren el metabolismo endógeno (insuficiencia renal, psoriasis, discrasias sanguíneas que impliquen alteraciones en el recuento de glóbulos blancos y rojos, etc.)
- algunos medicamentos
Síntomas y tratamientos de la gota
Característicamente la gota se manifiesta con episodios de:
- dolor articular intenso (artritis) con tumefacción
- enrojecimiento
- aumento de la temperatura local
- aumento de la sensibilidad al tacto
Además, suele presentarse en forma de artritis única (monoartritis) en articulaciones de las extremidades inferiores (principalmente dedo gordo del pie o tobillo).
En ocasiones pueden formarse acúmulos de ácido úrico en los tejidos blandos, en forma de nódulos duros (“tofos”) que, en ocasiones, pueden abrirse y verter su contenido al exterior.
Hoy en día existen tratamientos muy efectivos para reducir la hiperuricemia que permiten la disolución de los cristales de ácido úrico, para que no se produzcan brotes de artritis ni depósitos en tejidos blandos.
¿A quién afecta la gota?
La gota afecta habitualmente a pacientes adultos. No obstante, existen enfermedades hereditarias raras incluidas dentro del grupo de los errores congénitos del metabolismo que pueden producir gota en la infancia. Un ejemplo es el síndrome de Lesch-Nyhan, producido por el déficit de un enzima (hipoxantina-guanina-fosforibosiltransferasa), que regula el metabolismo de las purinas. Este síndrome, además de gota infantil, se asocia a trastornos neurológicos y disfunciones cognitivas.