Hilos tensores de PDO: la técnica no agresiva para un efecto lifting
Los hilos tensores de PDO constituyen un tratamiento ideal para aplicar a la cara, cuello y otras zonas del cuerpo de forma global, o bien centrándose en determinadas zonas faciales (el código de barras, las patas de gallo o las comisuras peribucales). La ventaja de este tratamiento es que es ambulatorio y no requiere de medidas de postratamiento, debido a que se trata de una técnica no agresiva.
Esta técnica fue introducida por el Dr. Josep Maria Caussa, aunque se extendió rápidamente al resto de doctores de Medisoc Clínica Corachán.
El procedimiento
La implantación de los hilos tensores de PDO se realiza de forma rápida y sencilla en la consulta mediante una técnica mínimamente invasiva que consiste en colocar los hilos en zonas donde existe flacidez, creando vectores “lifting”.
Éstos se reabsorben entre los 6 y 12 meses posteriores a su colocación, aunque el resultado se puede ver más allá del año y medio. El material de los hilos ha sido utilizado durante muchos años como suturas reabsorbibles de múltiples tipos de cirugías, como las cirugías cardíacas.
Combinación con otros tratamientos
Los hilos tensores de PDO se pueden utilizar como tratamiento único para reforzar la formación de elastina y colágeno de la piel y aportar más tensión, elasticidad y densidad a la piel, pero es recomendable combinarlo con otros tratamientos, como el láser fraccional o la mesoterapia facial, para potenciar aún más el estímulo de colágeno y elastina y mejorar el resultado antiflacidez.
También son combinables con rellenos reabsorbibles para corregir volúmenes, creando al mismo tiempo tensión, con el efecto antiflacidez de los hilos tensores de PDO.