Hipercolesterolemia, un colesterol alto y malo

Hipercolesterolemia, un colesterol alto y malo

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 06/06/2019

La hipercolesterolemia es la dislipemia más frecuente y existe cunado la cifra de colesterol en sangre supera los 200-240 mg/dl. Supone un importante factor de riesgo cardiovascular, pues representa el 50% de la mortalidad en países desarrollados, y conlleva un aumento de colesterol LDL, conocido como ‘malo’, y un descenso del HDL, el ‘bueno’. Los triglicéridos, en menor medida, también aumentan con la h hipercolesterolemia.

Existen tres tipos diferentes. Pueden ser primarias si son familiares o genéticas, o secundarias a otros procesos que alteren el metabolismo de las lipoproteínas, y mixtas o de origen multifactorial.

 

Sintomatología

La hipercolesterolemia no tiene unos síntomas claros durante un tiempo que puede ser prologado, aunque sí podemos distinguir algunos factores de riesgo que pueden provocarla. El sobrepeso, la obesidad y sus complicaciones metabólicas, como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial o las situaciones de estrés y la poca actividad física, son solo algunos de estos factores peligrosos.

Un colesterol alto o hipercolesterolemia puede derivar en arteriosclerosis, una alteración que puede llegar a obstruir los vasos sanguíneos con la reducción del flujo circulatorio. Va unida además al síndrome metabólico, con un aumento del perímetro abdominal, y se acompaña también del aumento de colesterol o la hiperuricemia.

Tratamiento

En primer lugar se deben aplicar medidas no farmacológicas para reducir los factores de riesgo: bajar el sobrepeso, dejar el tabaco y disminuir o eliminar el alcohol. Además, es importante la práctica de ejercicio físico y limitar las situaciones estresantes. Solo después de 3-6 meses de medidas dietéticas sin buen resultado se puede recomendar el tratamiento farmacológico a base de estatinas.

Dichas medidas dietéticas a las que hacíamos mención responden al aumento de vegetales y la disminución de grasas saturadas y del exceso de grasas. Perder un 10% del exceso de peso supone una reducción cercada al 50% del riesgo cardiovascular.

 

Endocrinología