Hiperglucemia: cómo afecta a nuestro organismo tener la glucosa alta
Un estado de elevación de la glucosa (hiperglucemia) crónico define, según la Organización Mundial de la Salud, la diabetes. La hiperglucemia tiene una gran variedad de repercusiones sobre los vasos sanguíneos de nuestro organismo y de hecho, la mayoría de sociedades científicas definen a la diabetes como una enfermedad vascular. Por ello, la mayoría de complicaciones se definen según el tamaño de los vasos sanguíneos afectados.
Afectaciones de la hiperglucemia en los vasos de pequeño calibre
Las complicaciones de vasos de pequeño calibre se definen como complicaciones micro-angiopáticas e incluyen la afectación de la retina, del riñón y los vasos que irrigan los nervios de las extremidades. Las consecuencias de la afectación de la retina se conocen como retinopatía diabética y van desde pequeñas deformidades en los vasos de la retina hasta la ceguera. Por ello, es preciso que el especialista endocrino controle el fondo de ojo de los pacientes diabéticos al menos una vez al año.
- Las consecuencias de la afectación renal se engloban bajo el nombre de nefropatía diabética y van desde una mínima pérdida de proteínas por la orina (micro-albuminuria) hasta la insuficiencia renal crónica y la hemodiálisis. Por ello, es necesario controlar la función renal y la micro-albuminuria por lo menos dos veces al año.
- Las consecuencias de la afectación de los nervios periféricos se engloban bajo el nombre de neuropatía diabética y sus manifestaciones van desde la ausencia de las mismas hasta la pérdida de sensibilidad en los pies, con úlceras plantares, exponente máximo de gravedad y que puede llevar a una amputación. Es frecuente que los tres órganos acaben siendo afectados por la diabetes, si no se consiguen controlar los niveles de hiperglucemia.
Afectaciones de la hiperglucemia en los vasos de mayor calibre
Los vasos de mayor calibre se ven asimismo afectados por la hiperglucemia, por lo que se recomienda a los pacientes diabéticos el someterse a revisiones cardio-vasculares anuales. Estas incluyen pruebas de esfuerzo, ecocardiogramas, exploraciones ecográficas de los troncos supra-aórticos, arterias renales y las arterias de las piernas.
La importancia de controlar la hiperglucemia
El control de la hiperglucemia es fundamental en la prevención de la aparición de dichas complicaciones, así como el control de otros factores de riesgo que pueden ir asociados a la diabetes: hipertensión arterial, tabaquismo, obesidad, sedentarismo y dislipemia.