Hipertensión arterial: el principal factor de riesgo cardiovascular
La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo cardiovascular: afecta a casi la mitad de los hombres y a cuatro de cada diez mujeres.
¿Qué es la presión arterial?
La presión arterial es la fuerza necesaria para que la sangre pueda circular a través de venas y arterias. En los casos en los que en los que la fuerza ejercida por el corazón a las arterias de manera constante es demasiado alta o más alta de lo recomendable hablamos de hipertensión arterial.
Hoy en día, existe consenso entre los especialistas para definir la hipertensión como cifras superiores a 140/90, cuando el límite máximo no debería superar el 130/80.
Se entiende que una persona tiene tensión arterial normal cuando las cifras son inferiores a 120/80 mmHg. Si son superiores a 120/80 pero no llegan a 140/90 se denomina prehipertensión.
La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo cardiovascular. En ocasiones se la conoce como “el asesino silencioso”, ya que en la mayoría de los casos no tiene síntomas, pudiéndose desarrollar problemas cardiacos, renales o cerebrales sin que se sea consciente de que se padece hipertensión. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, se cree que unos mil millones de personas en todo el mundo padecen hipertensión, con una mortalidad cercana a los nueve millones de fallecimientos anuales.
En España, en torno al 30/40€ de la población adulta es hipertensa, incrementándose hasta el 60€ en mayores de 60 años.
¿Qué causa la hipertensión arterial?
Normalmente no existe una causa en concreto que desencadene este problema. No obstante, si es conocido que existen condicionantes que aumentan la probabilidad de desarrollar hipertensión arterial, como la edad avanzada.
Otras enfermedades como diabetes, el colesterol elevado o la obesidad también predisponen a la persona a padecer hipertensión.
Existe un porcentaje menor de casos en los que la hipertensión arterial es secundaria a alguna circunstancia en concreto, tal como el consumo de alcohol (especialmente en hombres), algunos fármacos como corticoides o antiinflamatorios en mujeres, enfermedades renales y otros trastornos menos comunes.
Con la hipertensión existen órganos que sufren más que otros, como son el cerebro, los riñones o el corazón. Para diagnosticar la hipertensión, es necesario el holter de tensión, que permite determinar los valores de la presión a lo largo de 24 horas.
Para prevenir esta enfermedad, el paciente deberá recibir indicaciones sobre su dieta, ejercicio físico, tabaquismo…
Para más información, consultar con un especialista en Cardiología.