Infecciones por el Virus del Papiloma Humano
La infección genital por el Virus del Papiloma Humano (VPH) es la enfermedad de transmisión sexual más frecuente a nivel mundial, por lo que supone un problema global de salud pública. Afecta tanto a varones como a mujeres, que se infectan por medio de las relaciones sexuales en las primeras décadas de la vida.
Hay más de 100 variantes del virus del papiloma humano, capaces de producir gran número de manifestaciones clínicas: verrugas vulgares, verrugas genitales, papilomatosis laríngea, carcinoma genital y orofaríngeo.
Se desconoce de forma exacta el tiempo de latencia entre la adquisición de la enfermedad y la aparición de las lesiones cutáneas, pero puede ser muy prolongado (incluso varios años).
Un grupo específico de VPH es capaz de infectar la mucosa genital u oral, produciendo lesiones específicas que pueden ser benignas o de carácter premaligno o tumoral.
Síntomas del VPH
Una vez que produce el contagio, el VPH persiste de forma prolongada en la zona anogenital de las personas infectadas, sin que sea posible eliminarlo mediante tratamientos específicos. En la gran mayoría de los casos, esta infección permanece oculta y se acabará eliminando gracias a la acción del sistema inmunológico de la piel, por lo que no será necesario tratarla. Sin embargo, en otros casos el VPH es capaz de producir lesiones cutáneas en el área genital, que pueden ser de dos tipos:
- Las verrugas genitales (condilomas acuminados): son las más frecuentes, aparecen como lesiones verrucosas agrupadas en la zona genital o anal de las personas afectadas. Pueden desarrollarse mucho tiempo después del contagio por el VPH, y son a su vez la principal fuente de contagio a otras personas. Normalmente no producen dolor u otros síntomas, por lo que pueden pasar desapercibidas durante periodos prolongados. Estas lesiones son completamente benignas y están ocasionadas por VPH-6 y 11; sin embargo, se caracterizan por su resistencia y dificultad al tratamiento, además de la tendencia a reaparecer tras ser eliminadas.
- Por otra parte, cuando los responsables de la infección son otros tipos de VPH (especialmente 16 y 18), existe el riesgo de que aparezcan en la zona genital lesiones de carácter premaligno, que si no se tratan pueden progresar a carcinoma epidermoide genital. Ésta es la historia natural del carcinoma de cérvix, que es similar a lo que puede ocurrir en vulva, vagina, pene o ano, según la zona infectada por el VPH.
Diagnóstico del VPH
El diagnóstico de estos cánceres genitales producidos por VPH se basa en la exploración clínica por parte del especialista en Dermatología. Este aspecto es fundamental a la hora del pronóstico de estos casos, ya que el tratamiento de las lesiones incipientes es sencillo y sin secuelas.
Por todo esto, la valoración y tratamiento de la infección genital por VPH es complejo y debe evaluar diferentes aspectos: tipos de lesiones (localización, número, duración), tratamientos utilizados, enfermedades asociadas, etc.
Además, es fundamental la información y asesoramiento de los pacientes y sus parejas, que son actuaciones prioritarias para evitar la propagación de la infección, así como evitar las situaciones de ansiedad y preocupación que forman parte de las secuelas de esta enfermedad.