Insomnio: tipos y tratamientos
El insomnio es la dificultad para iniciar o mantener el sueño. Los problemas principales derivados de este trastorno del sueño son la somnolencia diurna, la baja concentración y la incapacidad para sentirse activo durante el día.
El insomnio ha pasado de ser considerado como un síntoma de algunas psicopatologías a ser considerado como una enfermedad en sí misma. Esta patología afecta como mínimo al 15% de la población española, es la causa del 30% del absentismo laboral y el responsable del 10% de los accidentes de tráfico, laborales y domésticos.
En los últimos años, el insomnio infanto-juvenil ha adquirido mayor relevancia. Además, se sabe que tras de cada niño con insomnio hay como mínimo un progenitor con el mismo problema.
Tratamientos
Es muy importante hacer un abordaje multidisciplinar y acudir pronto a los especialistas, en lugar de tapar los síntomas con fármacos, ya que, además de una disminución de la calidad de vida, el insomnio favorece la aparición de otros trastornos, como la ansiedad o la depresión.
Un tratamiento muy efectivo es la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) y, en algunas ocasiones, el Tratamiento médico de apoyo. El TCC tiene como objetivo informar, educar y reconducir al paciente hacia unos hábitos favorables para una buena higiene del sueño.
Tipos
Existen distintas clasificaciones, según la duración del trastorno, su severidad o su forma de presentarse.
Por duración puede ser:
1. Transitorio o agudo: el insomnio duran menos de 4 semanas.
2. A corto plazo o subagudo: los problemas de sueño duran entre 4 y 3-6 meses.
3. A largo plazo o crónico: el problema a se extiende más allá de 3-6 meses.
Por severidad encontramos:
1. Leve o ligero: ocurre varias noches semanas y eso lleva a un ligero deterioro de la calidad de vida.
2. Moderado: ocurre cada noche de la semana y empiezan a surgir ciertos signos del deterioro de la calidad de vida, la persona se muestra irritable, presenta ansiedad o fatiga.
3. Severo: los problemas se dan cada noche y los síntomas se sufren con más intensidad, por lo que la calidad de vida se ve muy afectada.
Depende de la forma de presentarse, el insomnio puede ser:
1. Inicial o de conciliación: el problema se da a la hora de conciliar el sueño.
2. Medio o de mantenimiento del sueño: se da cuando no se puede dormir toda la noche seguida y el paciente se despierta varias veces a lo largo de la noche y le es difícil volver a conciliar el sueño.
3. Terminal, de final de sueño o de despertar precoz: los pacientes que lo padecen se despiertan demasiado temprano y no logran volver a dormirse.
Es de vital importancia solicitar ayuda para remediar el insomnio, ya que es el primer paso para poder superarlo. Nuestra mente y nuestro cuerpo necesitan recuperarse y tomar las fuerzas necesarias para el día a día.