Intervención para reducir el pecho. Mamoplastia de reducción
La hipertrofia mamaria es una patología que se caracteriza por un excesivo volumen de las mamas que puede originar molestias físicas (dolores de espalda, molestias en los hombros por el sujetador o aparición de lesiones cutáneas en el surco submamario), así como condicionar cambios en la ropa o en las actividades físicas. La mama suele ser grande, poco elástica y dura.
Para tratarla, disponemos de la mamoplastia de reducción, una técnica que consigue reducir el tamaño de la mama, modificar su forma y recolocarla en una posición adecuada, dejando unas cicatrices disimuladas.
Mamoplastia de reducción
La mamoplastia de reducción se realiza con anestesia general, y dura entre 2 y 4 horas.
Existen muchas técnicas, y el especialista en Cirugía Plástica selecciona la más adecuada en función del volumen, la altura de la mama y el pezón, la anchura y la forma de la mama.
Las cicatrices posteriores pueden ser de tres tipos:
- Una cicatriz alrededor de la areola.
- Una cicatriz periareolar y una cicatriz vertical desde la anterior hasta el pliegue submamario.
- Las dos anteriores más una cicatriz en el surco submamario, en forma de T invertida.
Postoperatorio de la mamoplastia de reducción
La mamoplastia de reducción precisa de una noche de ingreso hospitalario.
Durante el postoperatorio inmediato necesitará llevar un sujetador especial durante un mes, más o menos. Después de la intervención, la sensibilidad de los pezones estará disminuida y se irá recuperando progresivamente.
La inflamación irá disminuyendo durante las siguientes 3-6 semanas.
No se trata de una intervención dolorosa, pero durante 3 semanas no se deben realizar ejercicios bruscos.
Las cicatrices seguirán su proceso normal de maduración. En los primeros 3-6 meses se enrojecerán para ir aclarándose paulatinamente en los siguientes 12-18 meses, cuando se da por finalizado el proceso de maduración.