La apnea del sueño
La apnea es un proceso por el que las personas, cuando duermen, hacen pausas, es decir, momentos en los que paran su respiración. Esto obliga al sistema cerebral a activarse continuamente para que el paciente no muera asfixiado, por lo que el cerebro no descansa durante el periodo de sueño. Así, las personas que la padecen, se levantan por la mañana cansados, normalmente con dolor de cabeza y con sueño, normalmente incontrolable a lo largo del día.
Así, la persona que padece apnea estará continuamente cansada y desganada. Esta apnea puede acabar en depresión. Este cuadro de apneas suele acompañarse de ronquidos, despertares por la noche bruscos con sensación de no respirar, pesadillas nocturnas o despertares frecuentes para orinar.
Para diagnosticar esta enfermedad de manera completa es necesario realizar una poligrafía o polisomnografía, es decir, un estudio del sueño en el que se graba todo lo que pasa mientras el paciente duerme. Este estudio no solo permite diagnosticar la apnea, sino que indicará también su grado de severidad.
¿Qué causa la apnea del sueño?
En los casos de cuello corto, este caso está muy asociado al sobrepeso. En otras ocasiones, suele acompañarse de ciertas características faciales, como mandíbula pequeña y/o hacia atrás.
También puede estar en relación con tabiques nasales desviados o amígdalas muy grandes, siendo esta última la causa de aparición más frecuente en niños. En ellos, también pueden ser un síntoma la intranquilidad, la fácil irritabilidad o la dificultad para concentrarse.
Tratamiento de la apnea del sueño: el CPAP
El tratamiento de la apnea del sueño es el CPAP, un dispositivo que se utiliza mientras se duerme, y principalmente detecta cuando el paciente deja de respirar, evitando que esto ocurra. Una vez que el CPAP se encarga de ello, el cerebro del paciente consigue descansar, por lo que la sensación de sueño y fatiga desaparece por completo.
Pero, ¿qué es una CPAP? La CPAP es un aparato pequeño, parecido a un despertador, que a través de mascarilla y tubos el paciente se pone en la cara. Las mascarillas pueden ser de varios tipos, solo en la nariz, en los orificios nasales o pueden llegar a cubrir nariz y boca.
El uso o no de la CPAP dependerá de si la causa que origina la apnea es reversible o no. Es decir, si la causa es la obesidad, bajando de peso el problema desaparecerá, por lo que no hará falta su uso.
En el caso de ser por amígdalas de gran tamaño —causa más frecuente en niños—, cuando se extirpan dichas amígdalas el cuadro desaparece.
Si la apnea está relacionada con una desviación en el tabique nasal, su corrección también puede solucionar el problema.
Para más información sobre la apnea del sueño, consultar con un especialista en Neumología.