La bronquiolitis en bebés
La bronquiolitis es una enfermedad común en esta época del año. Afecta a bebés de entre seis meses y dos años. Es importante conocer las causas, los síntomas y el tratamiento para poderla prevenir.
La bronquiolitis es una infección de los bronquios más pequeños que afecta a los niños y niñas menores de dos años y, sobre todo, a los menores de seis meses. Los expertos en Neumología aseguran que, aunque puede presentarse a lo largo de todo el año, hay un pico endémico que se sucede todos los inviernos, entre los meses de noviembre a marzo.
Causas de la bronquiolitis
La enfermedad está causada por un virus, siendo el más frecuente el denominado VRS, aunque existen otros menos frecuentes que pueden ocasionarla, tales como el rinovirus o el metapneumovirus.
El Virus Respiratorio Sincitial (VRS) es un virus resistente y de muy rápida dispersión. Se transmite a través de las gotas que quedan en el aire cuando se tose a menos de un metro de otra persona y, sobre todo, a través de las manos. Puede resistir, manteniendo su capacidad infecciosa, durante varias horas en cualquier superficie.
Síntomas de la bronquiolitis
Suele comenzar como un constipado común con obstrucción nasal, algo de tos y fiebre no muy elevada. Sin embargo, a lo largo de los 3-4 días siguientes, la tos se intensifica, en accesos, y puede acompañarse de dificultad para respirar y ruidos respiratorios como pitidos o sibilancias.
Dichos síntomas suelen durar aproximadamente una semana, aunque es en los primeros 2-3 días del cuadro clínico cuando es más frecuente que se produzca empeoramiento.
La enfermedad tiende a ser más grave en los niños más pequeños, sobre todo en los menores de tres meses, en los niños prematuros y en los que sufren alguna cardiopatía congénita. En estos casos se debe consultar con el médico en cuanto aparezcan los primeros síntomas.
Es frecuente que, tras una primera bronquiolitis, los bebés presenten otros episodios con síntomas similares a los de la bronquiolitis inicial cuando vuelven a estar acatarrados. En ocasiones se ha demostrado que los niños que han pasado una bronquiolitis en los primeros meses de vida presenten durante la segunda infancia y adolescencia mayor riesgo de desarrollar asma que los niños que nunca han sufrido una bronquiolitis.
Signos de alarma
- El bebé respira cada vez más deprisa, se le marcan las costillas o mueve mucho el abdomen al respirar
- Dificultad respiratoria con las tomas, vómitos o rechazo del alimento
- Coloración pálida o violácea alrededor de los labios
Tratamiento de la bronquiolitis
No existe ningún medicamento cuya eficacia haya sido demostrado en el tratamiento de la bronquiolitis. Afortunadamente, la mayoría de casos son relativamente leves. No obstante, sí se requieren medidas de soporte en el domicilio hasta que se resuelva el cuadro clínico. Algunas recomendaciones son:
- Mantener permeables las fosas nasales mediante lavados nasales o aspiración de las secreciones
- Posición semiincorporada
- Alimentación distribuida en tomas frecuentes y fraccionadas
- Vigilar la aparición de síntomas o signos de alarma. Si aparecen, es necesario consultar de nuevo con el pediatra, ya que entre el 1 y el 3% de las bronquiolitis precisan ingreso hospitalario, generalmente para administración de oxigenoterapia.
Prevención de la bronquiolitis
Algunas medidas sencillas pueden disminuir la probabilidad de que los bebés se contagien:
- Que cualquier persona que vaya a tocar al bebé (o los utensilios de éste) se lave previamente las manos con agua y jabón.
- Utilizar pañuelos desechables y tirarlos inmediatamente después del uso
- Evitar exponer a los bebés al humo del tabaco y a ambientes con alta concentración de personas
- En el caso de contar con hermanos pequeños, lavarles muy bien las manos con agua y jabón al volver del colegio o guardería
- Evitar, en la medida de lo posible, el contacto del bebé con cualquier persona que esté acatarrada
- Alimentación con lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida