La caída del cabello: ¿qué tratamientos existen?
La caída del cabello es algo que no sólo preocupa a muchos hombres, también a muchas mujeres.
Las causas por las que podemos comenzar a perder cabello pueden ser muchas y muy variadas. Por ello, el mejor consejo que un experto en Medicina Estética puede ofrecer es acudir a un profesional cuando se vean los primeros síntomas. Será entonces cuando los tratamientos existentes son más efectivos tanto para frenar la caída del pelo como para favorecer su recuperación.
Entre los tratamientos encaminados a la regeneración capilar, en Clínica Nutriestética® disponemos de:
- Regennia capilar®: consiste en infiltrar factores de crecimiento y así mejorar la irrigación sanguínea del cuero cabelludo. Con distintas sesiones, obtenemos la mejora del proceso de reparación de los folículos pilosos, consiguiendo gradualmente nuevos vasos sanguíneos en el cuero cabelludo y reactivando la producción de elastina y colágeno en el cuero cabelludo.
- Mesoterapia capilar: son microinyecciones de un producto compuesto por vitaminas, aminoácidos y oligoelementos aplicadas en la superficie del cuero cabelludo encaminados a nutrir el cuero cabelludo y el folículo piloso.
- Indiba Proionic®: tratamiento no agresivo, seguro y agradable por radiofrecuencia (capacitiva y resistiva) que respeta la fisiología celular. Otra ventaja es que nutre, rehabilita y fortifica el cabello, beneficiando el crecimiento capilar e impidiendo su caída mientras mantiene la población capilar y un pelo más fuerte y resistente.
Con ellos, se obtiene un progreso sano del cabello, alargando su vida natural, el alargamiento de su fase telógena y el aumento de su densidad en fase de crecimiento. Un buen refuerzo a tener en cuenta durante estos tipos de tratamientos son los suplementos nutricionales concretos para el cabello.
El paciente idílico para recibir estos tratamientos es aquel que empieza a perder pelo. Hablamos de paciente ideal debido a que estos procesos solo son efectivos en los casos en que todavía se mantengan las raíces. Dicho de otra forma: el folículo piloso está débil pero aún visible y no se muestre una alopecia definitiva. Cuando el folículo piloso se encuentra “muerto”, no existe ningún tratamiento que lo pueda recuperar.