La dermatitis seborreica, causas y tratamiento
El eccema o dermatitis seborreica es un proceso inflamatorio de la piel que cursa de forma crónica en brotes, con la aparición de placas más o menos extensas de enrojecimiento y descamación en las denominadas "áreas seborreicas”.
Estas zonas corporales son aquellas que presentan más glándulas sebáceas, como pueden ser el cuero cabelludo – formando la caspa -, la zona de las cejas o los surcos nasogenianos. Aunque éstas son las más frecuentes, puede aparecer también en otras áreas distintas del cuerpo, como puede ser en la zona retroauricular, en el conducto auditivo, en la línea centrotorácica o en el pubis.
Causas de la dermatitis seborreica
Los brotes de dermatitis suelen causarse en relación con un desencadenante, de los cuales el más frecuente es el estrés. Las causas psicológicas - como situaciones de angustia personal o estados emocionales desagradables - son las que más a menudo tienden a favorecer su aparición.
Otros factores que pueden aumentar el riesgo de padecerla son, entre otros, una exposición a los climas extremos, agresiones químicas como utilizar productos tópicos que contengan altos porcentajes de alcohol, una limpieza inadecuada de la piel, tener una piel de caraterísticas grasosas y enfermedades corporales como el acné o la obesidad.
Los síntomas pueden presentarse en forma de picor, enrojecimiento – aunque no se da necesariamente en todos los casos -, descamación de la piel o caída del cabello – si se da en el cuero cabelludo.
Tratamientos para combatirla
El tratamiento más habitual para tratarla es el corticoide tópico. Los corticoides son una variedad de hormonas del grupo de los esteroides, es decir, que las producen nuestras glándulas suprarrenales. Aplicadas a través de geles, cremas o pomadas, tienen un alto efecto reduciendo las inflamaciones.
También pueden utilizarse otros tópicos antiinflamatorios no esteroideos como el pimecrolimus y el tacrolimus.