La edad y el embarazo
La máxima fertilidad de la mujer se encuentra entre los 18 y 30 años. Siempre puede variar en función del caso, pero la edad es el principal factor pronóstico de la calidad ovocitaria.
Por tanto, a partir de los 30 años la fertilidad empieza a declinar de manera sutil hasta los 35 años. A la edad de 35 esta calidad ovocitaria, y por tanto la fertilidad, comienza a disminuir de manera más marcada.
Entre los 37 y 40 años la pérdida de fertilidad ocurre ya de manera exponencial, mientras ya a partir de los 40 años la fertilidad suele estar bastante comprometida.
Lo ideal es tener un embarazo a edades tempranas. Es decir, cuanto más joven sea la mujer mejor, disminuyendo así todos los riesgos.
Diferencias entre el embarazo a los 20 y a los 40
Todos los riesgos, tanto para la mujer como para el feto, aumentan con la edad:
Por un lado, el riesgo a que el bebé presente defectos genéticos como el Síndrome de Down, la hipertensión gestacional o el retraso de crecimiento aumentan con la edad de gestación. Igualmente, aumentan la cesárea y de morbimortalidad perinatal en general.
Esto no quiere decir necesariamente que con los cuidados obstétricos y neonatales de hoy en día no pueda conseguirse una gestación y un recién nacido sano en casa, sino que debe considerarse una gestación de riesgo aquella que acontece pasados los 40 años.
Congelación de óvulos, cómo preservar la fertilidad
La congelación de óvulos surge como una posible vía para retrasar la maternidad.
Las indicaciones para la congelación de óvulos pueden ser muy diversas, pero actualmente la causa más frecuente es la causa social o no médica, que se debe a las tendencias socioculturales de la mujer que la conlleva a retrasar la maternidad, como los estudios, trabajo o motivos económicos.
La otra indicación es la causa oncológica, como el cáncer de mama o las enfermedades hematológicas como linfomas o leucemias. Durante la enfermedad, las pacientes recibirán tratamientos de quimioterapia que dañarán también a los ovarios, por lo que se congelarán los óvulos sanos antes del tratamiento. Tras superar la enfermedad, la mujer puede ser madre recurriendo a los óvulos que se han congelado.
Otra de las indicaciones frecuentes y que está aumentando son las pacientes que padecen endometriosis ovárica. La endometriosis está relacionada con la esterilidad, y las pacientes que la sufren tienen riesgo de perder su fertilidad, por lo cual la congelación de óvulos es una indicación ideal en estos casos para preservar la fertilidad en éste grupo de mujeres.
Edad para ser madre con congelación de óvulos
Por consenso, la edad límite permitida para recurrir a estas técnicas es los 50 años. Así, las clínicas y centros de fertilidad descartan la gestación con esta edad, ya que se considera que los riesgos superan ampliamente los beneficios.
Técnicas de congelación de óvulos
La vitrificación es la técnica de congelación más utilizada actualmente. Consiste en un sistema de congelación ultrarrápida que solidifica la célula, impidiendo así que se formen cristales de hielo en su interior. Con la vitrificación, los resultados en congelación de óvulos han cambiado radicalmente con respecto a técnicas anteriores y actualmente la supervivencia del óvulo a la vitrificación y desvitrificación es del 90%.
Riesgos de la congelación de óvulos
Ningún estudio hasta la fecha ha encontrado aumento de riesgos en la congelación de óvulos, con respecto a la gestación mediante fiv convencional o la gestación espontánea, ni para la madre ni para el feto.