La Enfermedad de Alzheimer
La Enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, es decir, una enfermedad que produce una destrucción de las neuronas antes del tiempo previsto. Son neuronas que están localizadas en determinadas áreas del cerebro que son las que nos hacen tener memoria, un lenguaje fluido y poder reconocer a las personas y las cosas.
Aparece fundamentalmente en las edades más tardías de la vida. Se ha demostrado que entre los 65 y los 70 años, el 1% de la población de esa edad va a tener Alzheimer y, cada cinco años se duplica. De manera que, de 70 a 75 años es el 2% de la población, de 75 a 80 años es el 4%, de 80 a 85 años es el 8% y de 85 a 90 años el 16% de la población tendrá Alzheimer. A partir de los 90 años, curiosamente, disminuye. Se cree que la gente que es más mayor de 90 años está muy protegida contra esta enfermedad debido a su carga genética.
Los síntomas de la Enfermedad de Alzheimer
Los signos iniciales del Alzheimer son alteraciones de memoria, al paciente se le olvidan las cosas y luego es incapaz de recordarlo. Evidentemente, no es lo mismo que cuando nos preguntamos dónde hemos dejado las llaves. El paciente con Alzheimer, a pesar de darle claves o pistas es incapaz de recordar.
Hay un síntoma muy importante que nosotros llamamos la “disfunción ejecutiva” que en la clínica se traduce con que cosas que el paciente antes sabía hacer, ahora presenta muchas dificultades para hacerlas. Por ejemplo, es muy característico ver que antes un paciente sabía hacer un plato de cocina y ahora tiene muchas dificultades para hacer ese plato.
También es frecuente que pacientes que hacían una determinada tarea y, ahora esa tarea o no la saben hacer o tienen muchas dificultades para llevarla a cabo. Ese sería el dato más importante para pensar que uno puede padecer la Enfermedad de Alzheimer. De todas formas, toda persona que lo sospeche, debe visitar a un Neurólogo que le realizará los exámenes neurológicos adecuados para descartarlo.
Las fases de la Enfermedad de Alzheimer
En la primera fase, normalmente el enfermo suele tener mayor dificultad en la fluidez verbal, es decir, una dificultad para encontrar las palabras exactas para expresar lo que uno quiere decir. También puede tener mayor dificultad para recordar hechos no demasiado importantes que han acontecido hace pocas horas o pocos días. Esta es la fase inicial.
Cuando la enfermedad va avanzando a lo largo del tiempo, el lenguaje se vuelve menos fluido, se utilizan menos palabras y más circunloquios, el lenguaje es muy pobre en sustantivos. Progresivamente va teniendo más dificultad para recordar las fechas (desorientación temporal).
Posteriormente, aparece una desorientación espacial. El paciente se pierde por sitios no habituales, pero que él conoce. Más tarde, termina desorientándose por lugares habituales hasta que acaba perdiéndose por su domicilio.
En la fase más avanzada, el paciente puede ya no llegar a reconocer a su familia, ni siquiera quién es él.
Los trastornos de conducta como agitación, agresividad, intranquilidad motora, cambios del ciclo vigilia-sueño (por la noche están despiertos y agitados y por el día están dormidos), son síntomas frecuentes de la enfermedad y alteran la convivencia familar de manera significativa.
El neurólogo puede diagnosticar al paciente, orientar a la familia y mejorar la caliad de vida de todos.