La fisura anal, qué hacer cuando aparece

La fisura anal, qué hacer cuando aparece

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 08/06/2019

Una fisura anal es una pequeña herida o desgarro de pocos milímetros, situada en el margen del ano y que produce dolor importante durante la defecación o tras ella, y a veces una mínima hemorragia. La evacuación de heces duras y con esfuerzo pueden producir este desgarro, pero también pueden ocasionarlo crisis de diarrea, así como diversas enfermedades inflamatorias de la zona. Tras ello, se produce un espasmo del esfínter anal que puede impedir su cicatrización, con lo que se va haciendo crónica.

 

Los síntomas de la fisura anal

El síntoma fundamental es el dolor, que puede ser variable pero generalmente muy intenso, a veces insoportable, que puede iniciarse en el momento de defecar. Es más habitual que el dolor aparezca después de la deposición, sintiéndose sensación de desgarro que puede durar minutos, horas, y en ocasiones gran parte del día, reapareciendo con la siguiente defecación.

En ocasiones puede producirse un pequeño sangrado, que se observa al limpiarse, o escozor.

 

La fisura anal es una pequeña herida que causa dolor, generalmente intenso.

 

Cómo se diagnostica la fisura anal y cómo distinguirla de otros problemas

Al ser sintomatología típica, los expertos en coloproctología aseguran que es fácil sospechar que se trata de una fisura anal. La exploración permitirá observar la pequeña herida al separar el margen del ano. Si la fisura es crónica se asocia con frecuencia a una pequeña sobreelevación de la piel del ano, como una falsa hemorroide.

Su aspecto es el de una pequeña herida triangular y se sitúa también en zonas concretas del ano, en las comisuras posterior y anterior. Las heridas laterales, deben distinguirse de úlceras por enfermedad inflamatoria intestinal, tumores o enfermedades venéreas entre otras. En ocasiones, pueden efectuarse endoscopias, ecografías, toma de exudados o estudios manométricos para descartar otros procesos, valorar los esfínteres o comprobar las presiones anales, fundamentalmente en pacientes con síntomas no habituales o factores de riesgo de incontinencia.

 

Cómo tratar inicialmente la fisura anal

Al menos el 50% de las fisuras se curan de modo espontáneo o con tratamiento no operatorio. Este consiste fundamentalmente en ablandadores de heces, como la fibra, u otros laxantes. Otro tratamiento es el uso de baños de asiento con agua tibia durante unos 10 minutos varias veces al día, o bien la aplicación de alguna crema que actúe relajando el ano.

 

Qué hacer si la fisura anal no cicatriza

La causa de que no cure la fisura es un espasmo del esfínter interno del ano que hace que cuando se defeque no se relaje este músculo con normalidad y, por tanto, haya que incrementar el esfuerzo. Esto cierra un círculo vicioso de esfuerzos-fisura-espasmo-persistencia de la fisura, por lo que hay que actuar.

Existen cremas o pomadas específicas para relajar este músculo como el nitrato de glicerol, diltiazem o nifedipino, que aumentan el porcentaje de curaciones y siempre deben emplearse antes de decidir un tratamiento quirúrgico. Otra opción es el empleo de inyecciones locales de toxina botulínica, con el mismo objetivo.

 

Qué implica la cirugía de la fisura anal y que complicaciones puede comportar

Si es necesaria una intervención quirúrgica, puede efectuarse por lo general de forma ambulatoria. La cirugía es rápida y muy efectiva. Consiste en seccionar una pequeña porción del esfínter interno del ano a través de una mínima incisión en su margen lateral. Su objetivo es que, al relajar el esfínter, desaparezca el círculo vicioso y cicatrice la fisura. La mejoría tras la intervención es rápida y se nota en la primera defecación, aunque la fisura tarde alguna semana en cicatrizar. El postoperatorio es simple, prácticamente no se requieren analgésicos y la herida operatoria es tan pequeña que casi no precisa cura alguna, salvo higiene local.

Las complicaciones son escasas, pero es preciso conocerlas. La sección de una mínima porción del músculo, no suele producir problemas de escapes de gases o heces tras la cirugía. De todos modos, en sujetos con esfínteres más débiles por la edad, numerosos partos u otros factores de riesgo, pueden presentarse alteraciones, generalmente leves y quizás haya que emplear técnicas que preserven el esfínter en estos casos, efectuando un colgajo cutáneo (a modo de injerto cubriendo la fisura).

 

¿Puede reaparecer la fisura anal?

Con la intervención, más del 90% de pacientes se curarán. En el resto puede ocurrir que no cicatrice la fisura, o bien, que reaparezca meses o años después. En estos casos, si la sintomatología fuese importante, se requerirá una nueva valoración detallada, existiendo la posibilidad de una nueva intervención quirúrgica.

 

¿Tiene relación la fisura anal con el cáncer de colon, recto o ano?

No hay ninguna relación entre ambos problemas; sin embargo, dado que los tumores pueden presentar síntomas similares, es indispensable consultar al especialista coloproctólogo ante síntomas como el dolor o sangrado anal.

Coloproctología