La hernia discal lumbar y su tratamiento quirúrgico
¿Qué es una hernia discal lumbar?
Una hernia discal lumbar consiste en la ruptura del disco intervertebral y su salida al canal vertebral comprimiendo los nervios.
El disco intervertebral es una almohadilla que tenemos entre las vértebras y su ruptura produce que salga su contenido (el núcleo pulposo), el cual invade el canal vertebral y comprime los nervios. Esto puede dar lugar tanto a dolor lumbar (lumbalgia) y/o dolor a lo largo de la pierna (ciática), así como a alteraciones en la sensibilidad, referidas por el paciente como hormigueo, acorchamiento, entumecimiento y/o alteraciones en la fuerza, especialmente en los movimientos del pie.
El 95% de las hernias discales lumbares tienen lugar en los niveles L4-L5 y L5-S1, son también las más conocidas como hernia discal L5 S1 y hernia discal L4 L5. Aunque puede aparecer a cualquier edad, es excepcional que lo haga por debajo de los 20 y por encima de los 60 años. La prueba ideal para su diagnóstico es la Resonancia Magnética y en su defecto la TAC.
¿Cuándo está indicado el tratamiento quirúrgico?
Aunque siempre hay que individualizar cada caso, en general, el tratamiento quirúrgico para la hernia discal lumbar está indicado en los siguientes casos:
1. Dolor que no responde al tratamiento médico.
2. Que al suspender el tratamiento reaparecen los dolores
3. Presencia de lesión neurológica (Pérdida de fuerza o de sensibilidad)
4. Riesgo de lesión neurológica
¿En qué consiste la intervención de una hernia discal lumbar?>
El tratamiento quirúrgico de una hernia discal lumbar consiste en extirpar la porción del disco que comprime los nervios. Para realizar la operación de hernia discal se han desarrollado diversas técnicas según las características de la lesión y paciente.
Microcirugía-Discectomía: Es la técnica “reina” en el tratamiento de la hernia discal lumbar. La operación se realiza con anestesia general y a través de una incisión en la línea media de la espalda en la región lumbar variando la altura según el nivel de la hernia y la longitud, según la constitución del paciente (2-4 cms. aprox.). Con ayuda del microscopio o de lupas de aumento con luz frontal. Se practica una “ventana” en el ligamento que une la parte posterior de las vértebras (ligamento amarillo) y, en los casos que es preciso, se rebaja unos milímetros el reborde óseo de la lámina vertebral para permitir llegar hasta el disco lesionado.
Posteriormente, se extraen los fragmentos de disco que comprimen los nervios. La extracción del disco no es total, extrayendo básicamente la porción del disco que comprime la raíz nerviosa, quedando así disco entre las dos vértebras. La duración aproximada de la intervención es inferior a una hora. Generalmente, el paciente se levanta en menos de 12 horas y es dado de alta hospitalaria al segundo día de la intervención. Deberá continuar posteriormente con un protocolo de medidas físicas y de higiene postural con el fin de obtener los mejores resultados.
Complicaciones de la operación de hernia discal lumbar>
- Necesidad de volver a intervenir porque queden restos del disco, por fibrosis o inestabilidad de la columna lumbar.
- Déficit por afectación de la raíz nerviosa (dolor, hormigueos), transitorio o persistente.
- Infección de la herida del disco (0,4- 3%).
- Salida del líquido cefalorraquídeo.
- Mortalidad (0.02%).
La nucleoplastia, el tratamiento para hernias pequeñas
En el caso de hernias discales de pequeño tamaño o protusiones discales que comprimen la raíz nerviosa, especialmente aquellas de localización foraminal, tenemos la opción de realizar esta técnica.
La nucleoplastia, consiste en la utilización de radiofrecuencia intradiscal. Se lleva a cabo en quirófano, con anestesia local y una ligera sedación. Guiados por RX, colocamos a través de una punción percutànea, un electrodo en el interior del disco. Una vez obtenida la colocación ideal se aplica la radiofrecuencia sobre el disco y se retira el electrodo. Con ello, se consigue disminuir el volumen del disco y por tanto, liberar la raíz nerviosa. El procedimiento tiene una duración aproximada de 30 minutos. El paciente puede ser dado de alta a las pocas horas e incorporarse a una vida normal.