La importancia de controlar las enfermedades de transmisión sexual (ETS)
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) o enfermedades de transmisión sexual (ETS) suponen un problema sanitario global en nuestra sociedad, tanto por su elevadísima prevalencia como por su asociación a enfermedades graves, como la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o la aparición de carcinomas en la región ano genital, tanto en varones como en mujeres.
Enfermedades de transmisión sexual: características y síntomas
Estas enfermedades se caracterizan por su gran contagiosidad, que se favorece porque, en muchos casos, producen escasos síntomas que pueden pasar inadvertidos para los pacientes. Desde el punto de vista clínico, según su origen pueden producir:
- Úlceras o heridas
- Secreción genital
- Aparición de verrugas
- Aparición de tumoraciones en la zona
Además, en muchos casos se trata de procesos que pueden durar mucho tiempo, especialmente en las infecciones por el virus del papiloma humano y el herpes simple genital. Esto eleva su contagiosidad a lo largo del tiempo.
Enfermedades de transmisión sexual, ¿quién puede contraerlas?
Cualquier persona sexualmente activa puede adquirir una enfermedad de transmisión sexual, por lo que en la práctica no es aconsejable utilizar el concepto de “grupos de riesgo”. Habitualmente, el paciente no considera que sus prácticas sexuales le pongan en riesgo de infectarse de una de estas enfermedades, por lo que puede relajar las precauciones. Además, es muy grande el número de personas portadoras de estas enfermedades y que lo desconocen, por lo que actúan como fuente de infección.
Tratamiento precoz, esencial para las enfermedades de transmisión sexual
El tratamiento precoz de estas enfermedades es vital para evitar su propagación y el riesgo de secuelas. La información correcta de los pacientes es vital para tratar correctamente la enfermedad y evitar la transmisión a otras personas. Pero tan importante como esto es que el asesoramiento adecuado por parte de diversos especialistas, entre ellos los Dermatólogos, evite el impacto psicológico y personal en estos pacientes que, en muchas ocasiones, viven estos procesos con gran ansiedad y preocupación.