La importancia de prevenir el pie diabético
El pie diabético, según La Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular, es una situación a la que se llega después de padecer durante años la diabetes y fundamentalmente consiste en una alteración de la sensibilidad del pie la cual facilitará la aparición de lesiones, precisamente por esa falta de control del dolor.
El paciente no se puede defender por faltar esa sensibilidad ante el dolor, que avisaría del daño, como cuando nos duele por una rozadura o ampolla por un zapato nuevo y esta falta de sensibilidad ante el dolor desencadena la aparición de lesiones graves del pie.
Es decir que la alteración de la sensibilidad y motilidad del pie en un paciente diabético de años de evolución por si sola, puede llegar a lesionar los tejidos del pie del diabético sin que exista lesión vascular.
Esta afectación neurológica se produce en el 90% de los pacientes con diabetes y debe ser evaluada para prevenir lesiones que pueden acabar en una amputación de la extremidad. De hecho la diabetes es la causa más frecuente de amputaciones no traumáticas de la extremidad inferior en Europa y EEUU.
Causas del pie diabético
Los factores de riesgo para prevenir esta lesión tan grave y que se pueden modificar son: la enfermedad vascular periférica, neuropatía (afectación de la sensibilidad y motilidad del pie), deformidades del pie, presión plantar elevada, callosidades o hábito tabáquico.
En pacientes diabéticos con un riesgo bajo de padecer alteraciones del pie se recomienda una evaluación anual por un angiólogo y cirujano vascular, en casos de riesgo moderado cada 3-6 meses y en pacientes de alto riesgo cada mes.
La prevención de estas lesiones es la forma más adecuada de evitar una amputación mayor de la extremidad.
La valoración del pie diabético se hace en la consulta de forma ambulatoria y consiste en una exploración clínica y un examen döppler para determinar el índice tobillo/brazo.