La Luxación Acromioclavicular: abordaje clínico y quirúrgico
La Luxación Acromioclavicular es una lesión que afecta la articulación entre la clavícula y el acromion, una parte del omóplato.
Esta articulación es fundamental para la movilidad del hombro, y cuando se produce una luxación, el dolor y la limitación funcional pueden ser severos. En Argentina, esta lesión es común en personas jóvenes y deportistas, sobre todo en aquellos que practican deportes de contacto como rugby o fútbol, así como en accidentes de tráfico.
¿Qué es la Luxación Acromioclavicular?
La Luxación Acromioclavicular ocurre cuando hay una separación entre la clavícula y el acromion debido a la rotura de los ligamentos que estabilizan la articulación. Dependiendo del grado de desplazamiento, la Luxación se clasifica en seis grados, siendo el grado 1 el menos grave y el grado 6 el más severo. En los grados leves, los ligamentos pueden estirarse o desgarrarse parcialmente, mientras que en los más avanzados se produce una rotura completa.
Síntomas de una Luxación Acromioclavicular
Los síntomas incluyen dolor intenso en la parte superior del hombro, hinchazón, dificultad para mover el brazo y, en los casos más graves, una deformidad visible. La limitación de la movilidad y la incapacidad para levantar objetos son también frecuentes.
Tratamiento según el grado de desplazamiento
El tratamiento de la Luxación Acromioclavicular depende del grado de la lesión y de las necesidades individuales del paciente.
Grado 1 y 2
Estos son considerados desplazamientos mínimos. El tratamiento suele ser conservador, sin necesidad de cirugía. Se recomienda inmovilización con cabestrillo durante 3 a 4 semanas para reducir la inflamación y facilitar la cicatrización de los ligamentos. Posteriormente, se inicia la rehabilitación con Kinesiología para recuperar la fuerza y la movilidad del hombro.
Grado 3
Este es un caso intermedio. Aquí, la decisión entre tratamiento quirúrgico o no quirúrgico dependerá de factores como la edad del paciente, su nivel de actividad física y su ocupación. Los pacientes jóvenes y aquellos que practican deportes o tienen trabajos que requieren esfuerzo físico se benefician más de la cirugía. Para personas mayores o con menor actividad física, el tratamiento conservador puede ser suficiente.
Grados 4, 5 y 6
Estos grados presentan un mayor desplazamiento, y la cirugía es el tratamiento recomendado. Los estudios científicos han mostrado mejores resultados con tratamientos quirúrgicos en estos casos, permitiendo una recuperación más rápida y efectiva.
Tratamiento quirúrgico
En Argentina, la cirugía de la Luxación Acromioclavicular suele realizarse mediante Artroscopía, una técnica mínimamente invasiva que ofrece una serie de ventajas. En lugar de realizar una incisión grande, se utilizan pequeñas cámaras e instrumentos para reparar los ligamentos dañados, lo que reduce el dolor postoperatorio y el tiempo de recuperación.
La anestesia utilizada es la Anestesia Regional del Plexo Braquial, que insensibiliza solo el miembro superior, evitando los riesgos de la anestesia general. Esta técnica permite que el paciente esté despierto o ligeramente sedado durante la cirugía, con la posibilidad de regresar a su domicilio el mismo día.
En cuanto a los materiales, se utiliza un implante de botón quirúrgico de última generación, que estabiliza la clavícula de manera eficaz y permite una rehabilitación temprana. Esto es crucial para que el paciente pueda volver a sus actividades diarias lo antes posible, algo especialmente importante para deportistas o personas activas.
Rehabilitación después de una Luxación Acromioclavicular
Tras la cirugía o el tratamiento conservador, la rehabilitación con Kinesiología juega un papel fundamental. El objetivo es recuperar la movilidad, fortalecer los músculos del hombro y prevenir futuras complicaciones. Dependiendo del grado de la lesión y el tratamiento elegido, el proceso de recuperación puede tardar entre 8 a 12 semanas.
¿A qué especialista acudir?
La Luxación Acromioclavicular es una lesión que puede limitar gravemente la calidad de vida si no se trata adecuadamente. En Argentina, las técnicas quirúrgicas avanzadas, como la Artroscopía, junto con un plan de rehabilitación adecuado, ofrecen resultados prometedores para los pacientes que sufren esta afección.
Es esencial consultar a un Traumatólogo especializado para obtener un diagnóstico adecuado y seleccionar el tratamiento que mejor se ajuste a las necesidades individuales de cada paciente.