La mayoría de quistes de ovario no se tratan quirúrgicamente

La mayoría de quistes de ovario no se tratan quirúrgicamente

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 09/06/2019

Un quiste de ovario es un saco lleno de líquido que crece en el interior del ovario. Puede ser funcional, y desaparecer con la menstruación, u orgánico, lo que significa que no desaparece en esos días del mes y se mantiene, siendo benigno o maligno. La necesidad de extirpación del quiste dependerá de los síntomas que presente la paciente, así como de la posibilidad de ruptura, torsión o conversión del quiste en maligno.

Quiste de ovario: qué es

Un quiste de ovario es un saco lleno de líquido, a menudo agua o sangre, que crece dentro del ovario.

 

Cómo y por qué se produce un quiste de ovario

Existen dos tipos de quistes de ovario:
a) Quistes funcionales. Se producen por el crecimiento del folículo ovulatorio que tiene lugar una vez al mes en cada ciclo menstrual. Normalmente llegan a medir hasta 20 mm y, en torno al día 14 del ciclo menstrual se rompen, produciendo la ovulación. Por algún motivo, en raras ocasiones, estos quistes no se rompen y siguen creciendo, produciendo síntomas clínicos y posibles complicaciones. Otro tipo de quiste funcional es el que se produce tras la ovulación y se denomina quiste de cuerpo lúteo. 

Estos tipos de quistes son benignos y se producen durante la edad fértil de la mujer, entre la primera y la última regla. Típicamente, suelen reabsorberse espontáneamente sin ningún tipo de tratamiento, tras algunos ciclos menstruales.

b) Quistes orgánicos. No tienen relación con el ciclo menstrual. Pueden ser benignos o malignos y, según la naturaleza, pueden presentarse en cualquier momento de la vida de la mujer. Dentro de los quistes benignos, los más frecuentes son los teratomas maduros, la endometriosis, o el cistoadenoma. 
Estos tipos de quistes no desaparecen con los ciclos menstruales y de persistir y dar algún tipo de síntoma, requieren de un tratamiento específico. 

 

Relación de los quistes de ovario con la Endometriosis 

Los quistes de ovario de endometriosis son uno de los quistes benignos orgánicos más frecuentes en la mujer durante la edad fértil. La endometriosis es una enfermedad benigna y auto-limitada. Esto significa que, como es una enfermedad que se nutre por los estrógenos de la propia mujer, desaparece espontáneamente tras la menopausia, y por eso lo de “auto-limitada”. 
Los quistes de ovario de endometriosis no suelen dar síntomas específicos a los de cualquier quiste. Pero es verdad que las pacientes con endometriosis, más allá del quiste de ovario, suelen padecer de dolor pélvico crónico, dolor durante las reglas, o también dolor durante las relaciones sexuales. 

 

Síntomas del quiste de ovario

La mayoría de las mujeres con quistes en los ovarios no suele tener ningún tipo de síntoma. Sin embargo, un pequeño grupo de ellas puede manifestar dolor de diferentes características:

•    Dolor durante la defecación
•    Dolor con las relaciones sexuales o dolor pélvico durante el movimiento
•    Dolor pélvico intenso y repentino, a menudo con náuseas y vómitos, que puede ser un signo de torsión del ovario que altere su riego sanguíneo; o que sea la expresión de una ruptura de un quiste con sangrado interno.
•    Distención e hinchazón abdominal

 

Complicaciones que pueden sufrir los quistes de ovario

Los quistes de ovario pueden tener tres principales complicaciones:
•    Ruptura: por el crecimiento excesivo del mismo. Esto esta en relación a su tamaño pero también al origen del quiste. Por ejemplo, los quistes de endometriosis suelen tener una pared muy gruesa que hace muy raro que se rompan, independientemente de su tamaño. Por otro lado, los quistes simples y funcionales del ovario o los quistes del cuerpo lúteo suelen tener una pared muy delgada y la posibilidad de ruptura aumenta significativamente por encima de los 6 cm. 
•    Torsión: es el giro sobre sí mismo del ovario, lo que lleva a que la arteria que lleva la sangre con oxígeno al ovario se colapse y deje de nutrirlo adecuadamente, lo que llevaría a la necrosis del mismo si no se actúa rápidamente. 
Tanto la ruptura como la torsión de ovario son cuadros que provocan dolor abdominal agudo que obliga a la paciente a consultar de urgencias al hospital y que, en ocasiones, requiere de una cirugía de emergencia para solucionarlo. 
•    Malignización: otro riesgo de un quiste de ovario es que se malignice a lo largo del tiempo. Existen a día de hoy ciertos parámetros ecográficos que pueden hacer sospechar que el quiste sea de naturaleza maligna, como la existencia de tabique o lesiones sólidas en su interior, paredes irregulares, contenido heterogéneo, o líquido libre en la pelvis. Otro factor a tener en cuenta es la elevación de un marcador tumoral, el CA-125. Sin embargo, es importante conocer que el CA-125 puede estar también elevado en numerosas situaciones fisiológicas sin que sea debido a un cáncer de ovario. 

 

Tratamiento de los quistes de ovario

La inmensa mayoría de las mujeres que tienen quistes en los ovarios no requieren ningún tipo de tratamiento. Sin embargo, cuando provocan síntomas, cuando tienen un tamaño mayor a los 6 cm, o cuando existe alguna sospecha de que se trate de un quiste maligno, deben ser extirpados quirúrgicamente. 
A día de hoy la cirugía de los quistes de ovario se realiza mediante cirugía laparoscópica mini-invasiva en la inmensa mayoría de los casos. 

Los quistes de ovario, lamentablemente, no tienen forma de tratarse mediante la toma de pastillas de ningún tipo. Aquellos de origen fisiológico se irán espontáneamente al cabo de unos ciclos, en su gran mayoría. En cambio, aquellos de naturaleza orgánica requerirán tratamiento solo en los casos anteriormente mencionados. Las pastillas anticonceptivas se han indicado durante años bajo la creencia que hacían desaparecer los quistes de ovario, pero la evidencia científica finalmente ha demostrado que han sido ineficaces para tal fin. 
En cualquier caso, el manejo y tratamiento de una mujer con un quiste de ovario debe ser individualizado y debe adaptarse a las necesidades de cada paciente en particular, bajo tratamiento de un experto en Ginecología

Obstetricia y Ginecología