La operación de vasectomía
Desde hace varias décadas se ha introducido, principalmente en los países desarrollados, el control de la natalidad basado en diversos factores: económicos, sociales, incorporación de la mujer al mercado de trabajo, etc.
Los métodos clásicos para evitar el embarazo son conocidos por la población en general, que van desde la eyaculación externa, conocida vulgarmente como “marcha atrás”, que da lugar a una gran insatisfacción y desilusión en la mujer.
Por supuesto, están los métodos “barrera” como el preservativo o los diafragmas de cuello uterino, que aunque son relativamente seguros, presentan bastantes fallos y producen cierta alteración durante el coito.
Posteriormente, tras difundirse el conocimiento del ciclo fértil de la mujer, se intentaron evitar los días de fertilidad con la toma de temperatura, aunque esto conllevó importantes fallos con embarazos no deseados.
Gracias a los anticonceptivos orales ha habido un gran avance en este aspecto, dotando confianza a la mujer, pero con efectos secundarios al provocar alteraciones hormonales generales, problemas vasculares y demás que en un elevado número de personas se contraindican estas medicaciones, además de ser limitadas en el tiempo: no se pueden tomar indefinidamente.
Simultáneamente, se desarrollaron técnicas quirúrgicas como la ligadura de trompas. En principio, esta era una intervención sencilla, pero debe realizarse con anestesia general. Esta técnica se perfeccionó con la ligadura realizada por laparoscopia, que aunque no provoque heridas quirúrgicas, también precisa de anestesia general.
Un avance importante fue el desarrollo del DIU, de fácil implantación, escasos riesgos y bastante fiabilidad, aunque pueden producir sangrados. Otro método actual de gran fiabilidad, facilidad de colocación y efectividad es la implantación de espirales en las trompas de Falopio (ESSURE), que se realiza sin anestesia por vía vaginal, un acceso natural. Este método es irreversible.
Hasta ahora no hemos hablado de la contracepción masculina, pero actualmente es la más extendida y realizada mundialmente según los especialistas en Urología es la vasectomía.
Vasectomía: la operación para no tener hijos
Los espermatozoides son las células reproductoras masculinas y se producen en los testículos a partir de unas células madre: las espermatogonias, situadas en la base de los túmulos seminíferos. Los espermatozoides ascienden por los conductos deferentes y llegan a las vesículas seminales, donde se juntan con el líquido seminal producido por dichas vesículas y por la próstata.
La vasectomía es una “operación para no tener hijos”. La operación de vasectomía en hombres consiste en cortar los conductos deferentes de forma que se impida el paso de los espermatozoides desde el testículo a las vesículas seminales. Así, la eyaculación en la vasectomía sólo llevará líquido seminal y no espermatozoides. Queda claro de esta manera que con la vasectomía hay eyaculación y orgasmo. La vasectomía no tiene efectos sobre la sexualidad: se mantienen el deseo sexual y la potencia y la capacidad eréctil.
La operación de vasectomía
El lugar más adecuado para abordar y encontrar los deferentes es el escroto, cerca de su nacimiento, donde la piel es muy fina y fácilmente abordable. Una vez encontrado el deferente, se corta, extirpando un trozo de un centímetro aproximadamente. Los extremos se coagulan con bisturí eléctrico y se ligan.
En la vasectomía se tienen muchas precauciones ya que en algunos casos los deferentes pueden volver a unirse y recanalizarse. Esta operación para no tener hijos se realiza con anestesia local. La técnica más común es una incisión en cada escroto, una vez localizado el deferente, inyectando el anestésico local con una aguja muy fina. Una vez hecho el corte, se extrae el conducto y se corta, coagulando y ligando, como se ha explicado antes. La piel se cierra con puntos reabsorbieres que luego se caen solos.
Otra técnica es realizar una única incisión escrotal entre los dos testículos para localizar desde ahí los dos deferentes, y proceder de la misma forma que antes.
En la consulta del Dr. Gómez Velázquez realizan una técnica especial de vasectomía sin bisturí, que quedará explicada más adelante.
Edad recomendada para vasectomía
Debido a que la planificación familiar no es una enfermedad, sino una intervención que el individuo elige, no hay una edad concreta para someterse a una vasectomía. En general, se recomienda en el caso de que se tengan dos o más hijos. No deben operarse varones muy jóvenes con hijos pequeños, ya que la vida da muchas vueltas y no se sabe qué puede pasar en el futuro.
Por lo contrario, tampoco se aconseja en personas mayores con parejas de cierta edad próximas a la menopausia, ya que el embarazo es bastante improbable en estos casos. No obstante, el paciente es quien elige.
¿La vasectomía es reversible?
Cuando un paciente quiere someterse a una vasectomía hay que asegurarse de que haya tomado la decisión firmemente, puesto que es una operación irreversible. Por ello, el paciente ha de tener claro que es para siempre.
Puede ocurrir que los conductos se recanalicen de nuevo a través de otra intervención, pero este procedimiento tiene un ligero porcentaje de éxito que depende en parte del tiempo que lleve el paciente con la vasectomía hecha. Cuanto más tiempo lleve, menos probabilidad de éxito.
También, hay que aclarar que la vasectomía no agota las posibilidades de tener hijos. Con los grandes avances en las técnicas de reproducción asistida, las posibilidades de procreación no se acaban con la vasectomía.
Vasectomía sin bisturí
Existe una nueva forma de abordaje de la vasectomía sin bisturí y que por consiguiente no lleva puntos. Para llegar a los conductos deferentes ay que “romper” la piel, pero no los tejidos. Estos tejidos son dislacerados (separados), de forma que no se rompen los vasos sanguíneos y se evita la hemorragia.
Se realiza una incisión de menos de medio centímetro, una especie de arañazo que sólo necesita un punto de aproximación para unir los bordes. En apenas 48 horas es casi inapreciable la “cicatriz” de la incisión. Para llevar a cabo esta técnica se necesita un instrumental específico muy delicado, no comercializado aún en España.
La gran ventaja de esta técnica es la escasa agresión en la piel y la cicatrización casi inmediata, teniendo los mismos resultados que las demás formas de vasectomía.