La preservación de óvulos: una oportunidad para la mujer del siglo XXI
Los tratamientos de reproducción asistida se basan, en su mayor parte, en un proceso de Fecundación In Vitro (FIV). Gracias a la FIV y a tratamientos derivados de la misma (inyección intracitoplasmática de espermatozoides o ICSI y diagnóstico genético preimplantacional, entre otros) han nacido más de 7 millones de niños y niñas en el mundo.
En qué consiste un tratamiento de FIV
Un tratamiento de FIV consiste, básicamente, en un proceso de estimulación ovárica controlada, una punción de los ovarios para la extracción de ovocitos, la fecundación y el cultivo embrionario en el laboratorio y, finalmente, la transferencia de un embrión al interior del útero de la mujer. Las posibilidades de éxito dependen de muchos factores, el más importante de los cuales es la calidad embrionaria.
Por qué se aplica un tratamiento de FIV
En no pocas ocasiones la calidad embrionaria es baja y, por tanto, las posibilidades de embarazo escasas, debido, fundamentalmente, a la edad de las mujeres sometidas al tratamiento. Los cambios sociales durante los últimos años han hecho que la mujer decida (cuando lo hace) posponer la maternidad. Y, a veces, ni siquiera la reproducción asistida puede compensar la menor capacidad fértil que acompaña al envejecimiento. En estos casos cabe recurrir a la donación de ovocitos: la utilización de ovocitos donados por mujeres jóvenes.
En qué consiste la preservación de ovocitos
Afortunadamente, en la actualidad, cabe la posibilidad de que una mujer joven pueda preservar sus ovocitos. De esta manera, en caso de que en el futuro, cuando decida embarazarse, tuviera dificultades para conseguir una gestación mediante reproducción natural, podría recurrir a los ovocitos que preservó años antes. Esto es, sería su propia donante de ovocitos.
Básicamente, el proceso consiste en un tratamiento de estimulación ovárica de entre 10 y 12 días, y en una punción de los ovarios por parte del experto en Reproducción Asistida, para la extracción de ovocitos. La punción puede realizarse mediante anestesia local o sedación y la paciente es dada de alta en una o dos horas. Se trata, en definitiva, de realizar los dos primeros pasos de una FIV.
La preservación ovocitaria no es sinónimo de preservación de la fertilidad ni sustituye a la reproducción natural. Hay que aconsejar a las parejas y mujeres que, en caso de deseo gestacional, lo mejor es intentar conseguir el embarazo mediante reproducción natural tan pronto como sea posible. En el caso de que no se consiguiera un embarazo por medios naturales, la preservación de ovocitos es un recurso que puede ayudar a esas mujeres. Se trata de una alternativa con la que no se contaba hace años, por cuanto la congelación clásica de ovocitos presentaba muchas dificultades técnicas y malos resultados. Gracias a la vitrificación se han superado tales problemas. Una vez vitrificados los ovocitos pueden mantenerse durante años y la efectividad (en términos de posibilidades de embarazo) dependen de la edad de la mujer en el momento de la preservación: mayor será la efectividad cuanto más joven sea la mujer.
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