La prevención, factor clave contra el cáncer ginecológico
Los cánceres ginecológicos son cualquier tipo de cáncer que se origina en los órganos reproductores de la mujer. Existen cinco tipos principales de cánceres ginecológicos: cáncer de cuello uterino, vulva, vagina, endometrio y ovario.
No hay forma segura de conocer qué mujeres contraerán un cáncer ginecológico. Por ello, es importante que usted conozca su cuerpo y pueda identificar qué condiciones son normales para usted. Si tiene un sangrado vaginal que no corresponde al período menstrual o cualquier otro signo que no tenga explicación, consulte inmediatamente a su médico.
¿Cuáles son las causas del cáncer ginecológico?
Algunos cánceres ginecológicos son causados por el Virus del Papiloma Humano, que causa una infección de transmisión sexual muy frecuente. Existe una vacuna para proteger contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), que causan con más frecuencia los cánceres de cuello uterino, vagina y vulva. La edad recomendada para administrarla es a niñas de entre 11 y 12 años y también a niñas o a mujeres entre los 13 y 26 años de edad, que no hayan recibido la vacuna o no hayan recibido todas las dosis a una edad más temprana.
El cáncer de cuello uterino es el único cáncer ginecológico que tiene una prueba de detección específica. La prueba de Papanicolau (también llamada citología vaginal) puede identificar a este cáncer en su etapa inicial, aunque solo éste. No identifica los otros cánceres comentados, como el de ovario, útero, vagina o vulva. Las citologías deben realizarse con regularidad desde los 21 años.
Diagnóstico y prevención del cáncer ginecológico
El diagnóstico precoz de los procesos tumorales es el factor más importante a la hora de mejorar el pronóstico de las pacientes y permitirnos el uso de tratamientos menos agresivos, que mejoran, no solo la supervivencia, sino la calidad de vida de nuestras pacientes. Esto es posible mediante el establecimiento de pautas de revisión anuales en las que, además de la citología, podemos realizar técnicas avanzadas de diagnóstico como el tipaje del virus del papiloma humano (HPV), la ecografía vaginal sistemática, la resonancia magnética nuclear (RMN) y el TAC con emisión de positrones (PET).