La vacuna para prevenir la meningitis B
El meningococo B (Neisseria meningitidis serogrupo B) es una bacteria que causa infecciones poco frecuentes pero muy graves, como meningitis y sepsis (infección de la sangre). La mortalidad de estas infecciones es aproximadamente del 10% y el riesgo de secuelas permanentes del 20-30% entre los supervivientes. Aunque pueden ocurrir a cualquier edad, la mayoría de los casos se producen en la edad pediátrica. La mayor incidencia y letalidad es en niños sanos menores de 3 años, seguidos de los adolescentes. Actualmente disponemos de una vacuna inmunopreventiva contra este germen.
Situación de la meningitis y la sepsis en España
En España el principal causante de enfermedad meningocócica invasora (meningitis y sepsis) es el meningococo B. Su incidencia es de 0,7 por cada 100.000 personas/año, discretamente superior a la media europea. Otro germen que era habitual es el meningococo C, que afortunadamente está controlado gracias a la vacunación.
La meningitis o la sepsis por meningococo B se puede tratar con antibióticos, pero a veces su avance es tan rápido que el tratamiento no resulta eficaz. Además de su elevada mortalidad, entre las secuelas asociadas se encuentran: pérdida auditiva, hidrocefalia, trastornos neurológicos, problemas del neurodesarrollo, amputaciones, complicaciones cutáneas e insuficiencia renal. Por eso, es importante prevenir la infección mediante la vacunación, y así lo recomienda la Asociación Española de Pediatría.
Vacuna frente al meningococo B
Se trata de una vacuna de cuatro componentes (4CMenB) diseñada mediante una novedosa técnica denominada “vacunología inversa”. Ensayos clínicos han demostrado que la vacuna es inmunógena y segura en la edad pediátrica, y que induce memoria inmunológica. Un estudio realizado con cepas de meningococo B de varios países europeos, entre los que se incluye España, ha permitido predecir que un 73-87% (porcentaje de efectividad potencial) serían cubiertas por esta vacuna. Se espera tener más información sobre la duración de la inmunogenicidad, que tal y como ha pasado con la vacunación frente a meningococo C, pudiera condicionar futuros cambios en las pautas de inmunización recomendadas.
Cuidados de la vacuna de la meningitis y la sepsis
La vacuna debe conservarse en nevera a temperatura entre +2ºC y +8 ºC, y no debe ser congelada. Debe inyectarse por vía intramuscular, con una dosis de 0,5 ml. En los niños menores de 2 años, en el muslo, y a partir de los 2 años en el hombro. El número de dosis a administrar depende de la edad a la que se inicia la vacunación. Se recomienda iniciarla a partir de los 2 meses de edad. Una posible pauta de vacunación para los que la inician a esa edad (4 dosis) es a los 3, 5, 7 meses y 15 meses de edad.
La seguridad de la vacuna se ha analizado en ensayos clínicos. En niños menores de 24 meses de edad, se ha comprobado que las reacciones adversas locales y sistémicas más comúnmente observadas son el dolor y eritema en el lugar de la inyección, fiebre e irritabilidad. La fiebre aparece más frecuentemente cuando la vacuna se coadministra con las vacunas sistemáticas (61%), que cuando se aplica sola (38%). Suele ser baja, aparece en las primeras 6 horas y raramente dura más de 36-48 h. El empleo profiláctico de paracetamol reduce la probabilidad de fiebre, así como otros efectos adversos locales y sistémicos, sin afectar a la respuesta inmunitaria de la vacuna.
La vacuna está contraindicada si se ha sufrido una reacción alérgica grave con una dosis anterior o por un componente vacunal.